Un informe policial cuestiona la actuación de los 'Mossos' en el referéndumEl pulso de Carles Puigdemont con el Gobierno central sobre la proclamación de independencia de Cataluña siguió ayer en el ámbito de la indefinición y de la búsqueda de apoyos en el exterior, mientras se van evidenciando las divisiones en las formaciones políticas partidarias de la secesión. El presidente catalán tradujo a varios idiomas - inglés, francés, italiano y alemán- su carta de respuesta al ultimátum de Mariano Rajoy para aplicar el artículo 155 de la Constitución. En el contenido, el president medía sus palabras de cara a la comunidad internacional, insistiendo en que el Gobierno central todavía no ha aceptado su propuesta de diálogo ni ha revertido la "represión", sino que la ha "incrementado" con el ingreso en prisión a los líderes de la ANC y Òmnium Cultural. Asimismo, argumentó que, si el Gobierno del Estado "persiste en impedir el diálogo y continuar la represión, el Parlament de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de la independencia que no votó el día 10 de octubre". Tras la respuesta estatal de poner en marcha la activación del 155, JxSí y la CUP ya se reunieron ayer en la Cámara catalana para estudiar convocar un pleno la semana que viene, en el que oficializar la ruptura. Lo que no ha conseguido la oposición desde la vuelta de las vacaciones de verano lo podría conseguir el proceso soberanista, ya que convocando un Debate de Política General se evitaría la suspensión por parte del Tribunal Constitucional y se podría votar una resolución sobre la independencia al final. En paralelo, tanto en el seno del Govern como en el PDeCat y en ERC hay voces internas recelosas del discurso público defensor de la proclamación inminente de la República catalana, si bien tampoco aceptan unas elecciones impuestas. En cualquier caso, en la Generalitat tienen un nuevo motivo de preocupación. Un informe policial cuestiona los datos de los Mossos de Esquadra sobre su dispositivo de actuación para impedir el referéndum declarado ilegal por los tribunales, informó ayer Ep. Los Mossos explicaron que el 1-O detuvieron la actividad de votación en 99 centros y se incautaron de más de 400 urnas, sumando en este último dato las actuaciones llevadas a cabo en centros que no se llegaron a abrir. En total, la policía catalana habló de 149 centros en los que se impidió la votación. Por el contrario, el informe estatal destaca que 50 de los 99 centros de votación en los que actuaron los Mossos se corresponden a localidades con un único centro de votación y que, a pesar de que afirmaron haber detenido la votación y que por tanto no debería haber recuento, luego la Generalitat dio datos oficiales. Es más, de esos 50, en 41 se contabilizaron más síes que personas figuraban censadas. Tras estos datos, el informe --basado en las diligencias remitidas al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)- concluye que hubo "connivencia" entre la Generalitat y la cúpula de los Mossos para "maquillar" la actuación de la policía catalana. Añade que los Mossos acudieron a localidades pequeñas y no vinculadas al movimiento independentista para evitar enfrentarse a grandes grupos de ciudadanos partidarios de la votación y aportar al TSJC datos de actuaciones como "justificación".