El parón de operaciones no afecta, de momento, al resto de EspañaEl sector inmobiliario español se encamina hacia un nuevo record de inversión anual, con una previsión de más de 12.000 millones de euros para el cierre del año. Una cifra que podría haber sido mayor, de no ser por la parada en seco que ha sufrido el mercado catalán a causa de la crisis independentista de Cataluña. La Ciudad Condal es, junto a Madrid, uno de los mercados más atractivos para los inversores en nuestro país, y según han reconocido distintas fuentes del sector a este periódico, muchos de los fondos que estaban analizando operaciones en Barcelona las han paralizado a la espera de ver cómo se resuelve el conflicto secesionista. A pesar de ello, aseguran que la onda expansiva no está afectando por el momento al resto de España, donde las transacciones avanzan con total normalidad. La preocupación entre las grandes empresas inmobiliarias fue palpable durante la segunda jornada del Barcelona Meeting Point, encuentro en el que aprovecharon para solicitar al Govern mantener la legalidad para retener a los inversores internacionales. "Es normal que se fijen en lo que está pasando y tenemos que demostrar que nuestro país es serio, porque los inversores siguen manteniendo la confianza en el mercado español", aseguró Cristina García-Peri, directora general de Hispania, que espera que al final "todo el mundo entre en razón y que actuemos dentro de la legalidad". Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties, la mayor patrimonialista cotizada del país, advirtió que a pesar de que España ha resultado muy atractiva, eso puede cambiar si el inversor se encuentra ahora con que tiene una parte de su patrimonio y rentas expuestos a un riesgo local. "Los inversores son globales y tienen todo el mundo para escoger, por lo que pueden dejar de venir", añadió Clemente, que indicó que, de momento, no ha habido afectación en las operaciones, pero que tampoco se puede dar una sensación de falsa normalidad. El directivo destacó también que el consumo es muy sensible a los cambios y al igual que en la no formación de Gobierno en 2015 las ventas se ralentizaron en los centros comerciales, que son sensibles a los acontecimientos políticos, "si a eso le sumas altercados y cierres de los establecimientos, es peor todavía". Pere Viñolas, consejero delegado de Colonial, tachó de "muy lamentable" la situación actual, y sostuvo que lo que se respira estos días en Barcelona es "un 90 por ciento emociones y un 10 por ciento planteamientos racionales, y que prima la visión local sobre la global". "Los inversores piensan distinto. Ahora hay que esperar, coger perspectiva y, si no lo estropeamos, la base es buena", concluyó el directivo de Colonial, que la semana pasada trasladó su sede social de Barcelona a Madrid. El socio fundador de GreenOak, John Carrafiell, alertó de que los inversores extranjeros se preguntan qué pasará en España y si existe demasiado riesgo para invertir en el país: "El riesgo es que se lo están pensando, no que no inviertan".