Cree que "el silencio" del Gobierno se ha visto como"debilidad" "No cabe, a mi juicio, una reforma constitucional", subrayó ayer José María Aznar, en un acto sobre sanidad y educación celebrado en Valencia por la Fundación Faes, que preside. El expresidente del Gobierno considera que el cambio en la Constitución "no debe ser el pago a plazos de lo que ahora no estamos dispuestos a pagar al secesionismo catalán", cuestionando el acuerdo alcanzado en este sentido entre el PP, el PSOE y Ciudadanos para actuar conjuntamente ante el desafío separatista. Frente a esta posición, insistió en la necesidad de que el Gobierno actúe de forma más contundente, porque "los independentistas han interpretado los silencios" como "síntomas de debilidad". Aznar cree que el conflicto pone "en juego el pacto constitucional del 78, el valor de la Transición y, por lo tanto, la continuidad histórica de España" y que ha alcanzado tal magnitud que "ha pasado todas las líneas rojas". Aznar dijo que se ha creado "la mentira de una independencia dorada, gratuita y saludada por todo el mundo, cuando la realidad es distinta", con "fractura social, descrédito institucional y abandono masivo de empresas, que no ven ese paraíso secesionista por ninguna parte".