La AIReF advierte de que el déficit podría irse al 2,7% frente al 2,2% pactadoSi el Gobierno, en sus últimas previsiones, calculó que la crisis catalana podía costar "cuatro o cinco décimas" de PIB para 2018, el diagnóstico que ayer trazó la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) fue más sombrío. La entidad cree que el efecto será de cuatro décimas si el conflicto se detiene ahora; pero podría llegar hasta 1,2 puntos si se prolonga, algo no descartable a juzgar por las declaraciones que estos días emiten en corrillos varios miembros del Gobierno. De ser cierto ese escenario, el PIB español no crecerá el 2,3 por ciento previsto ahora, sino entre un 1,5 y un 2 por ciento. Para hacer esos cálculos, la AIReF ha estudiado cómo han influido, en España y otros países, shocks económicos de dos tipos: los que fueron momentáneos, al estilo del ataque del 11-S; y los que perduraron, como el Brexit o el desgobierno de 2016. En este sentido, fuentes del organismo aprecian un doble riesgo en la crisis catalana: el asociado al conjunto de la economía por el efecto de la incertidumbre sobre consumo e inversión; y el referido a Cataluña en particular, de difícil medición aún. De cualquier manera, ambos están relacionados y se pueden retroalimentar, más teniendo en cuenta que el PIB catalán se acerca al 20 por ciento de la riqueza nacional. De ahí que el escenario central de AIReF, que ayer se pronunciaba sobre las cifras macro que el Ejecutivo ha remitido a Bruselas en el plan presupuestario, contemple como plausible el avance del 2,3 por ciento por el que Moncloa apuesta ahora. "Es compatible con el escenario que manejábamos nosotros antes de esta crisis, de un crecimiento del 2,7 por ciento en 2018", aseguran en el organismo, recordando que aún así el nuevo dato está en cuarentena y será peor si el conflicto se prolonga. Lo que sí descarta la Autoridad Fiscal es que España entre en recesión, dados "los buenos datos económicos, los sólidos fundamentales y la posición extraordinariamente holgada de liquidez de las empresas". De hecho, la economía "tiene tanto de inercial" que la previsión de PIB de este año, del 3,1 por ciento, se mantiene intacta. "No va a cambiar mucho teniendo en cuenta que hemos entrado en el cuarto trimestre a un ritmo del 0,8 por ciento", aseguran en el organismo. De cualquier manera, y por el menor crecimiento, el déficit público también se verá afectado. El organismo ve factible el 2,3 por ciento que el Ejecutivo ha comunicado a Bruselas, pero advierte de que podría irse incluso al 2,7 por ciento si la incertidumbre prosigue.