Freixenet tomará una decisión en un consejo de administración a final de mesCodorníu se ha cansado de esperar una solución desde las administraciones públicas a la situación de "incertidumbre política y jurídica en la que se encuentra sumida Cataluña", y ayer anunció el traslado de su sede social, hasta ahora en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), a Haro (La Rioja), con el objetivo de garantizar los intereses de sus trabajadores y clientes. Y es que la dilatación de los tempos políticos sobre el proceso de independencia de Cataluña por parte de la Generalitat, y sobre su paralización por parte del Gobierno central, mantiene abierta la brecha de huida de empresas, que superaba las 580 sociedades desde el referéndum del 1 de octubre hasta el pasado jueves, según los datos de los Registradores. Fuentes de Codorníu explicaron a elEconomista que se trata de una decisión que se ha tomado "por responsabilidad empresarial", y que afecta a la matriz del grupo, Unideco, que agrupa a todas las bodegas de la firma repartidas por España y el resto del mundo. Por ahora, el consejo de administración solo ha aprobado el traslado del domicilio social, no del fiscal, y la compañía destacó que mantiene la estructura operativa de producción de todas sus bodegas, así como el total de sus empleados en sus actuales centros de trabajo. La primera semana de octubre, tras el referéndum del 1-O, Codorníu ya alertó en un comunicado de que se planteaba la opción de cambiar su sede social "si se produjese la declaración unilateral de independencia", aunque esperaba "no tener que llegar a ello". El grupo se reivindicó entonces como "empresa catalana y también española, la más antigua del país, desde 1551", alertó de "riesgo económico global", y calificó de "inconcebible que empresas catalanas, con ánimo de generar empleo y riqueza en todo el país, tengamos que pagar las consecuencias de esta situación". La otra gran bodega catalana, Freixenet, decidirá a final de mes sobre si mantiene la sede en Cataluña o se suma al éxodo empresarial. Lo anunció ayer en Toledo su presidente, Josep Lluís Bonet, que ha convocado un consejo de administración que tendrá este tema "encima de la mesa", informó Efe. Bonet, también presidente de la Cámara de Comercio de España y firme defensor de la unidad nacional, es partidario de mover el domicilio social si Cataluña se separa o si hay riesgos para el negocio. Ayer, pidió a los dirigentes catalanes que sigan en el ciclo positivo de la economía que hay actualmente y no lo "perturben". Respecto al sector del cava, consideró que está "en una situación de cierta normalidad, por ahora", a pesar del contexto que se está viviendo en Cataluña, porque las ventas al exterior van bien y las ventas en el interior también. Explicó que, aunque "hay boicot en uno y otro sitio", éste "se compensa luego como mayor aumento por otro lado".