65.000 personas piden a Puigdemont responsabilidades y respeto a la leyLa mayoría silenciosa contraria a la independencia de Cataluña perdió su adjetivo en la gran manifestación del 8 de octubre en la capital catalana, y no parece tener intención de volverlo a recuperar mientras persista el desafío rupturista. La manifestación convocada ayer por una decena de entidades partidarias de la unidad de España fue mucho menos multitudinaria que la del domingo, pero aun así fue la mayor de la historia en la capital catalana un 12 de octubre. Bajo el lema 'Cataluña sí, España también', congregó a 65.000 personas, según la Guardia Urbana, que bajaron el Paseo de Gracia y llenaron la Plaza de Cataluña. El vicepresidente de la entidad D'Espanya i catalans (De España y catalanes), Javier Megino, anunció desde un escenario que acogió varios parlamentos al final de la marcha: "Hemos perdido el miedo y hemos decidido demostrar que la calle es de todos. Celebraremos muchos días más como éste. Ya no nos van a callar. Saldremos a la calle todas las veces que sea necesario para defender que Cataluña es España". Ya hay una nueva cita marcada en el calendario, puesto que citó a los partidarios de la unidad nacional para el 6 de diciembre, Día de la Constitución, sin descartar que sea necesaria alguna otra movilización antes. "Decimos basta, se acabó, queremos sensatez, democracia, libertad y futuro. El separatismo nos arruina y rompe la convivencia", argumentó, y reclamó "medidas y penas proporcionales" a lo que consideró que ha sido y es una "sublevación sediciosa" de quienes han desobedecido a la Constitución y "se han regocijado con soberbia en la desobediencia". De hecho, como ya pasó el domingo, una de las proclamas más coreadas durante la manifestación fue Puigdemont a prisión. También se repitieron las consignas España es una y no 51, No nos engañen, Cataluña es España, España unida jamás será vencida y Somos españoles, no somos fachas. En cualquier caso, desde el escenario, hasta cinco representantes de las entidades convocantes defendieron la necesidad de volver al marco constitucional. El presidente de Regeneración Democrática, Clemente Polo, consideró que la declaración de independencia de Carles Puigdemont el martes "quedó reducida a una pantomima más propia de patio de colegio que de sede parlamentaria", y pidió "firmeza democrática" contra el separatismo. También lamentó que el independentismo ha dado como resultado inestabilidad política, inseguridad jurídica e incertidumbre económica: "La secesión es un negocio ruinoso para los catalanes". También expuso que, aunque no se consume la independencia, se va a necesitar "bastante tiempo para que las instituciones políticas recobren el pulso democrático y cicatricen las heridas abiertas". Desde Societat Civil Catalana, Manuel Miró incidió: "Nunca más en nuestro nombre; no utilicen el nombre de Cataluña sin contar con nosotros", y animó a los asistentes a lanzar vivas por Cataluña, España y el Rey. Otras entidades que apoyaron la manifestación fueron Empresaris de Catalunya, Concordia Cívica, Convivencia Cívica Catalana, Movimiento Cívico 12-O, Profesores por el Bilingüismo, España Generosa y Españoles en pie. También participaron representantes políticos de C's y el PP, como la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, y el del grupo municipal popular en Barcelona, Alberto Fernández. En declaraciones a la prensa, Arrimadas insistió en la petición de elecciones y exhortó a Puigdemont que todavía está a tiempo de rectificar, aunque dudó de que "se baje del burro". Alberto Fernández pidió al "independentismo sensato", en referencia al PDeCat, que rompa con la CUP y vuelva a "la ley", informó Efe. Marea de banderas Los asistentes a la manifestación conformaron una marea de banderas españolas, así como algunas senyeres catalanas, y volvieron a sus casas tras finalizar la movilización escuchando el himno español. No hubo incidentes, con la excepción de una trifulca entre aficionados radicales de clubes deportivos que se enfrentaron en un extremo de la Plaza de Cataluña a la misma hora, y que fueron neutralizados por la Guardia Urbana, resultando un agente herido leve. Otras manifestaciones Aparte de la manifestación del centro, también tuvieron lugar otras dos minoritarias que se repiten cada año: una antifascista en Sants -con el lema Vuestra represión no nos hará retroceder-, y otra de ultraderechistas entre la Plaza de España y Montjuïc. Al final de esta segunda, en la que participaron unas 350 personas según la Guardia Urbana, un grupo quemó con bengalas algunas esteladas y también banderas de la ANC con la consigna Hola República, mientras cantaban consignas a favor de la unidad de España y hacían saludos fascistas, informó Europa Press. Por lo demás, ambas movilizaciones transcurrieron sin incidentes, ya que estuvieron custodiadas por un numeroso dispositivo policial, y agentes antidisturbios impidieron que sus recorridos se cruzasen en la Plaza de España, donde otros años se produjeron altercados.