Vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española y presidente y consejero delegado de Cope, Fernando Jiménez Barriocanal ha dado un giro estratégico en los últimos años a la cadena, rentabilizando la empresa y doblando el número de oyentes. En 2016 Cope ganó 4 millones tras seis años de pérdidas, ¿cómo se ha conseguido? Gracias al plan lanzado en 2010, que ha supuesto el cambio de modelo. Nos enfrentábamos a tres crisis: la económica, la del sector y la de nuestro propio modelo, tras la salida de Jiménez Losantos, Luis Herrero o César Vidal. Apostamos por centrar la radio, por el entretenimiento -para lo que fichamos al equipo de deportes-, establecimos alianzas estratégicas, como el acuerdo con Vocento, diversificamos con Cadena 100, Rock FM y MegaStar y, sobre todo, preguntamos a la gente qué era lo que quería escuchar. Es un cambio que se consolidó al fichar al Messi, al Rolando, al Griezman de la radio, Carlos Herrera. ¿Qué objetivo tiene este año? El objetivo es alcanzar un beneficio de 6 millones de euros. El sector de la radio crece un 2 por ciento y nosotros lo estamos haciendo en torno al 5por ciento o 5,5 por ciento. Tienen una cuota publicitaria del 26 por ciento, según Infoadex... Claro, hace unos años la Cope tenía alrededor de 1,5 millones de oyentes y hoy nos acercamos a los 3 millones. Cadena 100 tenía 700.000 y hoy 2,1 millones y creamos Rock FM, que tiene más de un millón. Y luego está MegaStar, para gente joven, sobre todo por Internet, con casi 400.000 oyentes. Carlos Herrera finaliza contrato el verano del año que viene, ¿cómo va su renovación? Carlos Herrera es líder en notoriedad y creemos que puede serlo también por número de oyentes, aunque trabajamos en desigualdad de condiciones, porque tenemos menos postes. Lo importante es que él está a gusto y que nosotros también. Hay una gran simbiosis en la forma de entender la radio. Si lo hacemos bien y hay un proyecto de futuro, lo normal es llegar a un acuerdo. Queremos que esté muchos años con nosotros. ¿Y el equipo de deportes? Estamos muy contentos. Se hizo un contrato por cinco años, que luego se renovó. Lo importante no es tanto la firma en el papel, sino el buen clima que hay y que ellos estén a gusto. ¿Qué quieren reforzar? Somos la única radio que tenemos a mediodía un programa nacional, Mediodía Cope, de una a tres, y queremos reforzarlo. También pretendemos consolidar la noche deportiva, que está funcionando muy bien. Eso además de los nuevos retos que plantea la radio a través de Internet y distintas aplicaciones en el móvil; queremos hacer una gran plataforma de podcast. Y luego hay otro gran reto que es la integración de la cadena de televisión, de Trece. ¿La idea es replicar el modelo? Se trata de hacer el mismo viaje que hizo la Cope en 2010: moderación en los contenidos, claridad en el ideario, apostar por el entretenimiento, siempre que sea asumible económicamente, y buscar sinergias con la radio. Pero sigue en pérdidas... Sí, el año pasado fueron de 9 millones y en 2017, serán de unos 8 millones. Con un 2 por ciento de share y un 0,8 por ciento de share comercial, en la práctica están facturando la mitad de lo que le corres- ponde. Trece factura unos 10 millones y solo el traslado de la señal a través de Abertis cuesta ya más de 5 millones. No parece justo que las teles pequeñas paguen igual por la señal o contribuyan del mismo modo al canon de RTVE o al cine. ¿Están buscando más postes para la radio? Solo se puede lograr con concursos públicos autonómicos y nosotros no tenemos mucha suerte. En Andalucía o Cataluña lo debemos hacer muy mal, porque en treinta años no se nos ha adjudicado ninguno. Otra vía es comprar, muy injusto, porque el vendedor lo ha logrado gratis, y otra, mediante acuerdos con emisoras locales. Y en eso trabajamos. Hay zonas en Andalucía, Castilla-La Mancha o Cataluña donde se nos escucha mal. Al margen de apostar también por Internet, que llevará a la desaparición de la onda media. ¿Cómo ve la actual situación en Cataluña? Me preocupa mucho. Han provocado un sentimiento alimentado durante mucho tiempo a través de la educación y de los medios, que es como se cambia la opinión de las sociedades.