Aunque todo el mundo califique a Repsol como una petrolera, aproximadamente dos tercios de su producción son gas y tres cuartas partes de las reservas también son gas, una situación que le otorga "flexibilidad" a la compañía y que podría tener una importancia fundamental en los próximos años. "Es evidente para mí que el proceso hasta llegar a un mundo completamente renovable tiene que pasar por el gas. Es quien va a dar el relevo", explica Miguel Martínez. Asimismo, critica que con el coche eléctrico "se está subvencionando a los ricos con el dinero de los pobres", y recuerda que "el coche eléctrico funciona con carbón guste o no, que emita una central o lo haga un coche es lo mismo". Con respecto a su participación del 20 por ciento en Gas Natural, la considera "cada vez más financiera" toda vez que redujo la misma en 10 puntos porcentuales con la entrada de GIP en el capital en septiembre del pasado año. "Creo que la entrada de GIP ha sido positiva, porque dinamiza la compañía. Tiene una óptica distinta a la de Caixa y la de Repsol. Tiene un ángulo que aporta valor a la empresa", completa el directivo de la compañía. Asimismo, Martínez considera que "en un mundo descarbonizado la electricidad va a ir ganando peso" y que "a largo plazo tener una utility puede tener sentido". "En agosto del año pasado esta participación nos dio flexibilidad financiera, no me molesta tener un comodín en el cajón y ver cómo viene la mano", asegura.