La gala zanja la disputa tras comprar el 4,35% de la petrolera por 52,9 millones y renuncia a una eventual compensaciónMADRID. El Santander ya tiene vía libre para vender su participación en Cepsa. El banco tenía las manos atadas y no podía deshacer toda su inversión por el litigio que mantenía con Total desde 2003, que desembocó en el Tribunal de Arbitraje de la Haya en busca de solución.El escenario ha cambiado, al cumplir el Santander con el último requisito del laudo: la venta del 4,35 por ciento de Cepsa a Total por 52,96 millones de euros. En un paso previo, el banco restituyó a la petrolera gala y a Unión Fenosa las acciones que ambos aliados tenían atadas en la instrumental Somaen Dos. Con la adquisición del 4,35 por ciento, Total toma de facto el control sobre Cepsa y eleva su participación al 48,83 por ciento. Para la gala supone una satisfacción moral, ya que el derecho de compra sobre esa cuota fue su reivindicación capital frente al árbitro holandés. En los históricos pactos suscritos con el Santander se fijaba la opción de compra si el banco rompía la alianza. El precio a pagar por el grupo francés sería 3.550 de las antiguas pesetas (21,33 euros) por título, menos los dividendos que pagase Cepsa. Una década después, al banco le ha tocado vender a 4,54 euros, un 92 por ciento por debajo de la cotización actual de Cepsa.Cumplir con la letra del antiguo pacto deja al Santander unos 140 millones en minusvalías por ese 4,35 por ciento, que ya han sido provisionadas. Pero el banco, que ha declarado abiertamente la decisión de salir de Cepsa si encuentra buen comprador, aloja 1.500 millones de plusvalías latentes en el 30,99 por ciento que le queda en la petrolera. El Santander sigue siendo su segundo mayor dueño y, lejos de desinvertir, ha comprado este año "entorno al 2 por ciento" adicional. Si vende un 4,35 y compra un 2 por ciento.., la cuota varía poco. La duda que queda por resolver es si habrá relevos en el consejo de la energética. A fecha de hoy, Total nombra a siete de los 19 vocales y el Santander, junto a su antigua participada Unión Fenosa, otros seis. El presidente y consejero delegado son personas de consenso. Con la ley de sociedades anónimas en la mano, al banco le correspondería seis asientos si los quisiera reclamar -uno por cada 5,26 por ciento de Cepsa, que es la cuota que resulta de dividir todo su capital por el número de consejeros-. Por el momento Cepsa ha elegido el 23 de noviembre para redenominar qué empresas sienta en su órgano de administración y que ellos elijan a sus representantes. Seis de los sillones son hoy de Somaen Dos, que desaparecerá en breve integrada en el Santander. Los únicos flecos que no resolvió el laudo provisional a la espera de otro definitivo, era quiénes asumirían las costas y si procedía o no exigir al banco una indemnización por actuar de "mala fe". Total dijo ayer que pedirá al árbitro cerrar el proceso. La gala renuncia así a eventuales compensaciones.