Desde comienzos de año, el euro se ha apreciado un 13,6 por ciento en su cruce con el dólar. Talley Léger, estratega de renta variable de Oppenheimer, indica que "conceptualmente" este hecho podría ser un modesto quebradero de cabeza para los beneficios empresariales de la eurozona. Sin embargo, este experto hace hincapié en que la fortaleza de la moneda única "es buena para el inversor estadounidense invertido en renta variable europea". Desde su punto de vista, un crecimiento económico más modesto de EEUU frente a la solidez de la economía europea sugieren que el dólar "no se postulará como una barrera" para los estadounidenses que miran al Viejo Continente. Pero es cierto que para el inversor europeo el fortalecimiento del euro juega a la contra, haciendo que el relativo atractivo de la bolsa americana se esfume. Dicho esto, Lisa Shalett, directora de carteras y estrategias en Morgan Stanley WM, recuerda que la devaluación del billete verde este año (en términos comerciales) "debería ser positivo para las exportaciones estadounidenses y los beneficios empresariales además de hacer repuntar la inflación". Shalett cree que EEUU disfruta de un momento dorado, donde el crecimiento y los tipos de interés no son ni muy fríos ni muy calientes, haciendo referencia al cuento de Ricitos de Oro, o Goldilocks, como se conoce en la cultura americana. "Esto apoya nuestra tesis de valoraciones más altas y que sitúan al S&P en 2.700 puntos", recalca. Bank of America Merrill Lynch informó el viernes que los valores tecnológicos atrajeron 1.000 millones de dólares la semana pasada, la segunda inyección más grande desde que se registran estos datos. Sin embargo, en general, la renta variable americana sufrió una nueva salida de inversiones por valor de 300 millones y este año es uno de los peores desde 2004.