Se disputan 450.000 usuarios de telefonía móvil Bilbao. Los tambores de guerra han dado paso ya a la batalla directa. El grupo francés Orange y el operador vasco Euskaltel están enzarzados en una guerra directa por los 450.000 clientes de la antigua Amena en el País Vasco. La compañía vasca dice que los clientes son suyos, que ella los ha captado, ella los gestiona y ella los factura. Y la firma francesa insiste en que la compañía vasca actuaba como mero comercializador de la marca Amena, ahora transformada en Orange.Este polémico divorcio llegó en septiembre a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para su arbitraje. Pero, mientras todo se enturbia y desemboca en un enfrentamiento, la CMT no adopta resolución alguna, ni siquiera sobre la petición de medidas cautelares. Frente a este silencio, ¿qué pasa con los clientes? Miles de usuarios de telefonía móvil están desconcertados y algunos empiezan a pagar las consecuencias: los clientes de tarjetas prepago ya no pueden recargarlas en las tiendas de Euskaltel ni por los sistemas empleados hasta la fecha.¿Y tú de quién eres?Los usuarios vascos asisten atónitos a una guerra de mensajes en las que una compañía y otra insiste en que "usted es cliente mío". Reciben mensajes por SMS, por correo ordinario y durante el Puente del Pilar a través de anuncios, a página completa, en la prensa vasca local.La gran pregunta es: ¿y tú de quién eres? Orange no está dispuesto a dejar escapar a estos clientes, máxime si se tiene en cuenta que en el último año ha perdido ya casi 400.000 clientes en favor de Vodafone y Movistar. Perder el País Vasco sería un golpe muy duro.Euskaltel sabe que su gran fuerza comercial es el nombre euskal, que moviliza al consumidor vasco, de ahí que Amena tuviera en Euskadi su tasa de penetración más alta.Por ello prepara una intensa campaña comercial, para canalizar la migración en bloque de los usuarios, si la CMT le da la razón; o en caso contrario para captar cliente a cliente la migración de número.