La escasez de liderazgo desata una lucha empresarial por captar a jóvenes dirigentesSe le puede llamar la paradoja china. El libro blanco de Manpower, que la analiza, la define como "carencia en la abundancia". De una población de 1.300 millones de personas, sólo el 4 por ciento de los trabajadores chinos responde al perfil del trabajador cualificado.Las universidades forman a legiones de licenciados, pero siguen sin solucionar el problema. Según la OSCE, China invierte sólo la quinta parte de la media de los países desarrollados en educación y salud, mientras crece sin ser satisfecha la demanda de trabajadores cualificados. Es tal el problema que la tercera parte de estas ofertas de empleo se está cubriendo con empleados sin especialización.A la busca del talentoDe ahí que, en China, la demanda y la oferta de trabajo sean dos líneas paralelas que nunca se encuentran, tanto en el caso de los cuellos blancos como en el de los monos azules. El enorme y frenético país asiático comienza ya a experimentar fenómenos típicos de mercados laborales maduros: la caza de talentos y la búsqueda de instrumentos para mantenerlos.Hay competencia entre las empresas por este tipo de trabajadores y este problema, que no es tanto cuantitativo cuanto cualitativo, se está convirtiendo en una dificultad relevante para una economía en expansión como la china.La falta de mano de obra está encareciendo el coste laboral. En los últimos tres años, los salarios se han elevado hasta un 25 por ciento en zonas urbanas, como Pekín, Shenzhen y Shangai. Se trata, además, de un fenómeno que implica la mejora generalizada y progresiva de las condiciones laborales y la exigencia de retribuciones adecuadas, con sus correspondientes beneficios, incentivos y formación permanente.Es el proceso que está haciendo fermentar las expectativas y, por tanto, el coste de los especialistas y los talentos, pero que también deja en evidencia el déficit estructural de los recursos humanos chinos.El estudio de Manpower -realizado a 2.700 managers chinos- no deja lugar a dudas. La China estereotipada del cinturón del arroz está condenada a extinguirse. De ahí que las empresas -tanto multinacionales como locales- se vean en la necesidad de dotarse de una gestión de recursos humanos basada en compensaciones e incentivos, igual que en Occidente.Déficit estructuralesLos perfiles más difíciles de encontrar son los técnicos de producción, los vendedores y las profesiones técnicas en general: ingenieros, investigadores...Por cada puesto de trabajo ocupado por un trabajador especializado 88 quedan desiertos. En el caso de los técnicos, estas cifras se multiplican por 16. Los directivos ocupan el cuarto lugar en la clasificación. Los puestos directivos seniors están libres en dos de cada cinco empresas. Se estima que hasta dentro de 6 u 8 años el problema no se atenuará, hasta la llegada al mercado laboral de los que hoy están estudiando.Manpower denuncia, de hecho, la falta de liderazgo en los managers chinos, especialmente sentida por un pueblo de trabajadores que a sus dirigentes les pide una actitud de guía incluso por medio del ejemplo personal.Faltan, asimismo, incentivos profesionales y formación. Microsoft se vio obligada a firmar acuerdos con las universidades chinas para la enseñanza y certificación de sus propias tecnologías, igual que lo que hace en Europa.