Los jóvenes diseñadores españoles hacen gala de un gran espíritu empresarial y redefinen las rutas del 'shopping'. Por Agustín VelascoLas pasarelas españolas han experimentado un profundo cambio generacional en los últimos cuatro años. Los nombres que nacieron al amparo de plataformas alternativas como Circuit o la Pasarela Munstang, del Festival de Bennicassim, se han hecho rápidamente con un sitio propio dentro del quién es quién de la moda nacional. Además de exhibir una excelente formación técnica, han demostrado un singular talento empresarial, pues muchos de ellos ya cuentan con boutique propia, donde sus colecciones se comercializan de forma coherente.Sin abandonar su espíritu renovador, estos jóvenes creadores han captado una clientela clásica, ávida de diseño de calidad. El barrio de Salamanca ha sido su principal objetivo, donde han redefinido las habituales rutas del shopping dentro de la milla de oro de Madrid.La boutique de la madrileña Alma Aguilar, que ha protagonizado una de las vueltas más aclamadas en la Pasarela Cibeles en su última edición, abre sus puertas en el Callejón de Jorge Juan, 14 bis, con diseños sutiles caracterizados por la feminidad y la exquisita selección de tejidos, además de un atelier de novias donde ofrece un esmerado servicio personal acorde con la singularidad de sus vestidos. A poca distancia, en el número 31 de la misma calle, se encuentra el vanguardista espacio de Davidelfín, que, a pesar de sus provocativas y polémicas puestas en escena, es una de las marcas que mejor recoge las necesidades del urbanita contemporáneo. Una tienda que evoluciona al compás de las colecciones y que cambia su decoración drásticamente dependiendo de la filosofía creativa de la temporada. Otra apuesta por la exclusividad es Rocabert, en Castelló 13, la tienda en que José Ramón Rocabert comercializa su apuesta por la elegancia serena heredada de su gusto por la Costura, y en la que sus creaciones cobran una nueva dimensión.Fuera de MadridNo obstante, también existe una nueva guardia del diseño español fuera de la capital. Los diseñadores que trabajan desde sus ciudades natales también asumen la aventura comercial en primera persona. Ese es el caso del mallorquín José Miró, formado junto a uno de los grandes de la couture francesa, Thierry Mugler. En poco más de un año ha visto cómo su tienda en el 15 de Rambla de los Duques de Palma de Mallorca se ha convertido en un referente del diseño balear. O como la sevillana Anjara, que inaugurará en noviembre su nueva boutique en Madrid (Almirante, 22) y que viene a unirse a la que ya funciona en Sevilla (Santa María de Gracia, 3).