El consejo de administración de Nuclenor, sociedad participada por Endesa e Iberdrola propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), decidió ayer acatar y no recurrir la orden ministerial que deniega la renovación de la licencia de explotación de la planta. De hecho, Nuclenor ha acordado iniciar los trámites necesarios para el desmantelamiento de la central nuclear, según fuentes conocedoras de la reunión. Según la propia orden, contra la decisión de no renovar la licencia se podía presentar un recurso de reposición (ante el propio Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital) en el plazo de un mes o un recurso conten- cioso-administrativo ante la Audiencia Nacional en un plazo de dos meses. Durante la reunión, el consejo ha aprobado también las medidas para dirigir la empresa durante el periodo de desmantelamiento previo al traspaso de titularidad de la planta a la Empresa Estatal de Residuos (Enresa). Los dos socios de Nuclenor mantenían posturas divergentes sobre el futuro de la planta. Iberdrola defendía desde hace más de un año y medio el cierre de la central nuclear al considerar que su continuidad resultaba "económicamente inviable". Endesa abogaba por volver a ponerla en funcionamiento. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, explicó el pasado martes que la decisión de no renovar la licencia se había tomado por el escaso impacto de la central en el sistema eléctrico español y porque no existe certidumbre política ni económica para que puedan amortizarse las inversiones necesarias, dada la oposición de la mayoría de los grupos parlamentarios.