El fondo estadounidense pagará unos 5.000 millones por activos brutos de 15.000 millonesLa operación se cerrará en semanas, cuando Bruselas apruebe la adjudicación al SantanderEl Santander ya ha encontrado un comprador, Blackstone, para el 51 por ciento de los activos inmobiliarios del Popular (adjudicados y créditos morosos promotor), lo que le permitirá sacar de balance algo más de 15.000 millones de euros de activos tóxicos. Según comunicó el Popular a la CNMV, el banco recibió en los últimos días distintas ofertas vinculantes por una participación mayoritaria de esta cartera, tras lo cual "se ha concedido un periodo de exclusividad a Blackstone para la continuación de las negociaciones". De esta forma, el fondo estadounidense se impone a Lone Star y Apollo, que también habían presentado ofertas. Según fuentes del mercado, además de la oferta económica, el Santander ha valorado el plan de negocio de cada fondo, ya que sus mayores ingresos vendrán en el futuro con la venta del 49 por ciento de la cartera que retiene en su poder. La exposición al riesgo inmobiliario del Popular consta de unos 17.700 millones de euros en activos inmobiliarios y de 12.100 millones de euros en créditoS morosos ligados al sector. Tras la resolución de la entidad y su posterior adjudicación al Santander, las provisiones para los activos inmobilarios se elevaron al 65 por ciento, lo que situó su valor neto en 6.200 millones de euros, mientras los morosos inmobiliarios se provisionaron en un 75 por ciento, con un valor neto de 3.000 millones de euros. Pocas plusvalías El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, afirmaba la semana pasada, durante la presentación de resultados del grupo, que se encontraba "muy optimista" en relación a esta operación y afirmaba que esperaba que se resolviera "relativamente pronto" y que hubiera ofertas en torno al valor de la cartera "o algo por encima", de modo que el Santander no obtendría plusvalías significativas. Teniendo en cuenta el valor neto de los activos inmobiliarios, esto supondría que Blackstone pagará, como mínimo, unos 4.700 millones de euros por su participación del 51 por ciento. A pesar de lo avanzado de las negiociaciones, el cierre de la operación deberá esperar algunas semanas, ya que como advirtió Álvarez, antes el banco tiene que recibir el visto bueno de Bruselas a la operación, sobre todo en materia de Competencia. Hasta entonces, el Santander todavía no es libre de hacer y deshacer en el Popular, por lo que, como afirmó el consejero delegado, "no es posible tomar la decisión porque no tenemos aún las autorizaciones pertinentes". Tras la adjudicación del Popular, el volumen de adjudicados y morosos inmobiliarios del grupo subió hasta 41.100 millones, con una cobertura media del 63 por ciento. El Santander, que se librará de más de la mitad de la exposición inmobiliaria del Banco Popular en una sola operación, tiene como objetivo reducirla a niveles poco significativos en un periodo inferior a tres ejercicios. Dentro de esa estrategia, la de tener en balance el menor tiempo posible el nuevo aluvión de activos tóxicos, el pasado 30 de junio el renovado consejo del Popular anunció que ponía a la venta la cartera del banco ligado al sector inmobiliario. En este contexto, el consejo presidido por Rodrigo Echenique también decidió ese mismo día recomprar el 51 por ciento de Aliseda, la plataforma del Popular, a Värde Partners y Kennedy Wilson por 180 millones de euros. Esta operación, según anunciaron, tiene previsto cerrarse en otoño, y previsiblemente la gestión de la cartera inmobiliaria quede bajo el paraguas de esta plataforma. Además de esta cartera, el Popular tenía, en el momento de su resolución, unos 7.000 millones de euros en créditos morosos no inmobiliarios, lo que elevaba su cartera de activos improductivos (activos que no aportan nada a la cuentas de resultados y que, incluso, generan gastos) hasta los 36.800 mi- llones de euros brutos. El Santander se reafirmó la semana pasada en los objetivos marcados tras la adquisión del Popular. De este modo, espera obtener un retorno sobre la inversión de entre el 13 por ciento y el 14 por ciento a partir del tercer año y unos ahorros de costes anuales de 500 millones en 2020. El Popular, tras los saneamientos y ajustes llevados a cabo en el proceso de resolución, registrará unas pérdidas semestrales superiores a 12.000 millones de euros. Su ratio de capital (medido como CET 1 phase in) quedó en -4,9 por ciento. Este ratio sube ahora a 10,5 por ciento, por la inyección de 7.000 millones de euros del Santander procedentes de la recién cerrada amplia- ción de capital. Entre el 7 y el 30 de junio, ya en poder del Santander, el Popular ganó 11 millones. Las previsiones de la matriz son que el beneficio neto del banco que preside Echenique sea de 570 millones de euros en 2018 y en 825 millones en 2019.