José Miguel Isidro, presidente de Europac, lleva un año repleto de cambios en la compañía, que ha pasado del crecimiento internacional a poner ahora el foco en España. A donde van con tantas operaciones corporativas. Todo tiene su lógica. La primera operación fue vender la operadora del puerto de Viana. No era un negocio interesante ni le dedicábamos el tiempo adecuado. Además había que hacer inversiones. Estuve viendo la posibilidad de fusionarnos con la otra operadora, Nova Estiba, y a igualdad de toneladas, el mismo barco nosotros tardábamos un 30 por ciento más en cargarlo. Hemos hecho una operación que está muy bien. Nos hemos quitado un negocio que estaba valorada en libros en 300.000 euros por 2,7 millones. Además, el ebitda que hemos restado lo recuperaremos con una reducción de costes que hemos pactado. Desde la cuenta de explotación nos quedamos como estábamos y desde el punto de vista de resultados nos lo hemos llevado al bolso. -¿Y a qué lo van a dedidar? Queremos ser un jugador de referencia en España y estamos lejos de serlo. Desde un punto de vista de papel somos importantes pero no así en el cartón. Cada vez el sector está más concentrado y es difícil comprar. Surgió una oportunidad en el mercado andaluz de alto valor añadido en una instalación con 15.000 metros cuadrados y 18 millones de metros cuadrados de ventas de cartón ondulado y un ebitda de 1,2 millones. Podíamos haber hecho una fábrica nueva pero nos hubiera supuesto aumentar la capacidad instalada, que no es bueno y nos habría llevado un año y medio, más otros dos perdiendo dinero. Hemos comprado está planta por 10 millones y hay un plan de inversiones de 12 millones. Vamos a renovar toda la maquinaria porque es muy limitada la capacidad de producción. Tiene poca artillería podríamos decir y obsoleta. La primera máquina la instalaremos en octubre y hay un plan de poner una onduladora nueva, máquinas de convertir para hacerla una fábrica integrada como pueda ser la de Dueñas con una capacidad de 130/140 millones de metros a medida que el mercado nos lo vaya pidiendo. Estamos ya ampliando la nave con 5.000 metros cuadrados más. La siguiente operación que hicimos fue la compra de Trascom, es una operación pequeñita con una inversión de 3,7 millones y tiene un ebitda de 600.000 euros. Nuestra visión es ser gestor global de residuos. Es la forma de dar más valor a esa actividad. Hemos comprado una empresa con 153 tipos de residuos diferentes de los que tenemos. Estamos comprando conocimiento y una empresa que es fácilmente ampliable y exportable. ¿Hay un plan de desarrollo? La visión que tenemos es de recuperación de residuos . Hacían algo de papel, cartón y fibra que nos cedían a nosotros y además tienen mucho equipamiento de camiones y contenedores que con la instalación que tenemos en Valladolid tiene unas sinergias importantes y queremos seguir invirtiendo, igual que queremos seguir invirtiendo en España en cartón ondulado, queremos seguir invirtiendo en reciclado. ¿Quieren comprar en Portugal? En Portugal no estamos mirando nada porque tenemos cuota de mercado suficiente. Somos el primer jugador con diferencia. En papel estamos dando vueltas a una posible ampliación de la planta pero no tenemos nada decidido. En Francia, por contra, estamos muy bien. Somos el cuarto productor de embalaje francés, en un modelo muy integrado entre papel y cartón y podemos crecer en residuos, pero no hemos encontrado la oportunidad. ¿Ha sorprendido la venta de Marruecos? Nos salieron oportunidades de crecer en España, unas conocidas y otras que todavía no son conocidas. Estamos en proceso de estudio. Queríamos ser un jugador de referencia en Marruecos. Tener un papel relevante y hemos visto que es imposible en este momento. Uno de los grupos marroquíes ha tenido un cambio generacional y ya no está en venta que era nuestra aspiración para alcanzar un 30 por ciento de cuota. Nos hubiésemos quedado con una fábrica en Tánger con mucha dificultad para crecer y una fábrica aislada no la queríamos. Por otra parte, el mercado marroquí está creciendo a las tasas previstas y cada vez hay más competencia, más proyectos anunciados de fábricas que se van a construir. De hecho, International Paper a la que le hemos vendido la planta se iba a instalar a nuestro lado. Estonces les dijimos: vamos a hablar. Hemos hecho una buena operación porque me permite crecer en España sin incrementar la deuda. ¿Hay mucha deuda en la empresa? El objetivo que tengo es mantener la deuda en dos veces ebitda. En diciembre estábamos en 258 millones y estaremos a niveles de deuda/ebitda por debajo de dos pero tampoco en una situación que me guste. Estar por debajo de dos es una mala gestión financiera. Si no tengo proyectos repartiré más dividendo pero no creo que ese sea el problema. Esta desinversion de Marruecos nos permite crecer en España sin tocar la deuda. ¿Cómo les ha afectado la salida de Cartera Industrial Rea del capital? El free float ha quedado muy bien al pasar del 38,09 al 44,68 por ciento. Rea no tiene voluntad de seguir invirtiendo. Se montó en un momento que no fue el más acertado y está en proceso de devolución de las aportaciomes a los socios. No tiene nada que ver con Europac. Creo que se vendió con un descuento demasiado alto. Se podría haber vendido con menos descuento pero cada uno en su casa hace lo que cree conveniente. Estamos satisfechos con la colocación que se repartió entre muchos accionistas. No ha habido ningún paquete importante por lo que sabemos y hubo un 50 por ciento de sobredemada.