Adquieren los productos a través de Taiwan, Macao y Hong Kong para no superar los cuposBruselas replica que no hay pruebas del fraude denunciado por la patronal de la industria textil madrid/bruselas. La industria textil se enfrenta a un gran fraude. Según ha denunciado Fedecon, la Federación Española de Empresas de Confección, las tiendas están importando ropa de China de forma ilegal a través de terceros. Los límites fijados por la Comisión Europea están a punto de sobrepasarse y, ante la amenaza de que vuelvan a cerrarse las fronteras, al igual que ocurrió ya en agosto de 2005, los mayoristas están comprando la ropa a Taiwan, Macao y Hong Kong, que mantienen acuerdos comerciales independientes. El problema, según Fedecon, es que la ropa no se produce allí, sino en los talleres de la China continental. "Hemos notado un incremento muy fuerte de las importaciones en estas zonas y no tiene ninguna lógica. Estamos convencidos de que son prendas procedentes de China", asegura Pablo García, el presidente de Fedecon. Dependencia asiáticaLas restricciones impuestas a la importación del textil chino supone un grave problema para la mayoría de las tiendas españolas. Entre las grandes cadenas, la que peor podría pasarlo es Mango, que trae de este país asiático seis de cada diez prendas que vende en España. Aunque sin llegar a ese nivel, el grupo Inditex, propietario de cadenas como Zara, Massimo Dutti o Stradivarius, produce también gran parte de su ropa en China: más del 15 por ciento.Y el resto tampoco es ajena al fenómeno. El Corte Inglés, Carrefour o Cortefiel han apostado también por el país asiático como una forma de reducir sus costes. Las grandes compañías gozan, sin embargo, de una ventaja competitiva frente al pequeño comercio. La mayoría planifica sus compras con mucha antelación y, aunque llegara a repetirse un cierre de las fronteras, al planificar sus compras con mucha más antelación y poder importar sin dificultades de otros países, como Asia, no sufrirían tanto. Y si no fuera así. ¿qué pasaría? "Las empresas que no pueden producir en China no tienen más remedio que competir por el diseño, la calidad y el recorte en los plazos de entrega, en vez de por los precios", advierten los expertos. El sector textil tiene una importancia estratégica para la economía china, ya que emplea a más de quince millones de personas. Sin embargo, se trata de una industria que se caracteriza por un exceso de capacidad productiva y por "la falta de recursos que permitan aumentar la calidad de sus productos", según un estudio del Icex.Bruselas confía en las aduanasPreguntados por elEconomista, los expertos de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea aseguraron que "hasta ahora, no se ha probado que el textil chino entre en la UE fingiendo que es de otro país, ni nadie se ha puesto en contacto con nosotros para comunicárnoslo. Sin embargo, seguimos con mucha atención la situación para evitar posibles problemas en el sector textil". "La OLAF [Oficina Europea de Lucha contra el Fraude] y las autoridades nacionales de los países de la UE sólo pueden cooperar y coordinarse cuando los flujos comerciales irregulares son identificados y , en ese caso, se tomarían las medidas adecuadas", añadieron."Los textiles son uno de los productos más sensibles para el comercio de la UE. Las aduanas europeas conocen los posibles fraudes (declarar un producto diferente del que se está introduciendo, o un origen que no es verdadero) para centrar en ellos sus controles, y tienen suficientes medios legales para actuar. Podemos confiar en ellas", concluye la Comisión.