El ritmo de adquisiones de Cellnex -que ha invertido 2.500 millones de euros en menos de tres años- está repercutiendo positivamente en las previsiones de beneficio bruto de explotación (ebitda). De acuerdo con datos de FactSet, el consenso de analistas estima que el ebitda de la compañía alcanzará los 349 millones en 2017, cuando hace un año esta estimación era de 301 millones. Sin embargo, la evolución de las previsiones de beneficio neto son diferentes y se reducen, al pasar de 83 a 70 millones durante el mismo periodo. Tobías Martínez explica que esta trayectoria dispar se debe al modelo de negocio y al proyecto de expansión de Cellnex. "Al ser una compañía de infraestructuras que invierte mucho, las amortizaciones y el aumento del coste financiero repercuten en el beneficio neto", revela. No obstante, también adelanta que es un efecto "a corto", que se debe a la "fase de crecimiento", que Cellnex todavía no ha finalizado. Así, según Martínez, en esta fase vital de la compañía, los inversores se están fijando en otras magnitudes diferentes, como es la generación libre de caja, que es con la que se abonan los dividendos y se pagan las inversiones de mantemiento. "Somos un gran generador de caja, ya que transformamos aproximadamente un 85 por ciento del ebitda en caja libre, que, además, reinvertimos. Con ello, estamos generando valor a un coste inferior al coste de capital", apunta el consejero delegado de Cellnex.