nueva york. El gurú de las inversiones, Warren Buffet, parece estar aterrado por los escándalos que están azotando a la clase corporativa estadounidense. Primero fue la manipulación de stock options y luego vino el escándalo de espionaje en la cúpula de Hewlett Packard. Por esta razón, Buffet ha querido asegurarse que los ejecutivos de su compañía, Berkshire Hathaway, no correrán el riesgo de dejarse embelesar por estas prácticas poco éticas, que podrían manchar el intocable nombre del inversor. Buffet dejó claro en un memorando repartido entre los directivos de la casa que "aunque todo el mundo lo haga no quiere decir que ese comportamiento es aceptable, muy al contrario, debería evitarse".