La dueña de 'Marlboro' estudia también dejar en España la Asociación Empresarial del Tabacomadrid. Terremoto en la industria tabacalera. La compañía norteamericana Philip Morris, dueña de marcas como Marlboro, Chesterfield o L&M, ha roto en Europa los lazos que le unían al resto del sector. El mayor fabricante de cigarrillos del mundo ha abandonado la patronal que defiende en Bruselas los intereses de la industria: la Confederación Europea de Fabricantes de Cigarrillos (Ceccm). En esta organización, además de las patronales nacionales, están presentes las grandes compañías tabacaleras, como British American Tobacco (BAT), Imperial, Gallaher o RJ Reynolds International. La única excepción, posiblemente, sea la de Altadis, que nunca ha pertenecido a Ceccm, pero por razones distintas. La empresa hispano-francesa está integrada en otra asociación, la que reúne a los antiguos monopolios nacionales y forma parte, además, de la Asociación Europea de Cigarros Manufacturados (Ecma). La decisión de Philip Morris no ha sentado nada bien en el resto del sector. En un momento especialmente delicado, en el que la mayoría de los Estados europeos está aprobando leyes contra el tabaco, los fabricantes piensan que lo mejor hubiera sido tener una única voz y permanecer unidos. Pero la decisión no tiene marcha atrás y Philip Morris ha dado instrucciones además a sus filiales para que estudien abandonar también las asociaciones nacionales. En España, la compañía se está planteando salir de la Asociación Empresarial del Tabaco, tal y como adelanto elEconomista el pasado sábado. Philip Morris considera que no se están defendiendo suficientemente sus intereses. La multinacional estadounidense es partidaria de que el Gobierno suba los impuestos mínimo a los cigarrillos, para impedir que se vendan cajetillas por menos de 2 euros y, salvo Altadis, el resto de compañías se opone.