El representante español en el consejo de EADS pide que se "desdramatice" la situación madrid/bilbao/berlín. Calma. Ese fue el mensaje que quiso lanzar ayer el representante del Gobierno español en el Consejo de Administración de EADS. Juan Manuel Eguiagaray pido que se desdramatizará la situación en España por la crisis del gigante aeronáutico Airbus. El ex ministro socialista, que es consejero sin voto pese al 5,4 por ciento que controla el Gobierno español, cree que los retrasos del superjumbo "van a tener más incidencia en otros lugares que en España, no sólo por la dimensión de la participación industrial española, sino porque la mayor parte de los problemas se han generado en otros lugares".Eguiagaray pide calma para afrontar la crisis ya que el plan de reestructuración de irá perfilando durante los próximos tres meses. "Desconocemos por el momento los posibles efectos en la industria española. Sabemos que tenemos que hacer un proceso de recortes de gasto, de mejora de la situación financiera de la compañía y resolver los problemas de organización de arquitectura industrial, de gestión de Airbus, pero no hemos hablado de un reparto por países ni muchísimo menos por plantas, y creo que en este momento eso no lo sabe nadie", asegura.Los sindicatos también están nerviosos. Tanto UGT como CC OO advirtieron ayer en un comunicado conjunto de que cualquier que "no aceptarán ningún cierre de centros, ni reducciones de empleo, ni en EADS España, ni en la industria auxiliar". Los agentes sociales calculan que entre empleados de Airbus y EADS en España y trabajadores de la industria auxiliar, la crisis afecta a unos 40.000 puestos de trabajo.Mientras, en Francia reconocían ayer que ha habido acercamientos con el Gobierno español para aumentar su participación del 5,4 por ciento, como se ha venido anunciando durante los últimos meses. En la cumbre franco-alemana que hoy empieza, Chirac y Merkel dialogarán sobre la intención española de incrementar la cuota. El Elíseo reconocía ayer que España es "ya un socio importante de Airbus".Por parte alemana, la crisis de Airbus también les mantiene en estado de máxima alerta, donde la compañía cuenta con 20.000 empleados en siete centros de producción. Mientras la prensa asegura que cinco de esas plantas podrían ser vendidas, el Gobierno germano continúa planteándose una entrada en EADS.La compra de participaciones del consorcio aeronáutico a través del banco público KFW no tendría que suponer ningún problema legal, pero rompería la distancia que el Estado alemán mantiene tradicionalmente con el mundo empresarial. Por ello, mientras el Ministerio de Finanzas estudia los pros y los contras, los dos partidos en el Gobierno empiezan a debatir abiertamente. Los conservadores se muestran en principio reacios y apuestan por que el consorcio Daimler Chrysler mantenga su participación del 22,5 por ciento en representación indirecta de los intereses germanos. Los socialdemócratas, en cambio, parecen inclinarse hacia una entrada directa, que serviría de contrapeso a los intereses franceses.Reparto de poderDe hecho, en Berlín preocupa especialmente el equilibrio entre ambos países. El titular de Economía germano, Michael Glos, repitió ayer por enésima vez esta semana que cualquier recorte que se decida en Airbus deberá ser repartido de modo equitativo. Aludía a las informaciones publicadas ayer por el diario Bild sobre la venta de cinco plantas alemanas. Según el popular rotativo, la intención sería traspasar las fábricas a inversores que continuaran produciendo para Airbus a precios más ajustados.