La CECA subraya las diferencias del sector español con Alemania y Francia, en el punto de mira comunitariobruselas. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar... La Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) se esfuerza por diferenciarse ante los ojos de la Comisión Europea de sus homólogos de Francia y Alemania, que están en el objetivo de la liberal Bruselas.Juan Ramón Quintás, presidente de la CECA, presentó ayer las respuestas de este organismo a un cuestionario de la holandesa Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia. Kroes investiga si las comisiones bancarias que sufren los consumidores son abusivas, y si la banca minorista escapa a las presiones de la competencia al estar la UE todavía muy fragmentada en mercados nacionales.Las respuestas de la CECA son sobre todo un alegato en defensa del sistema español de cajas de ahorros. Una respuesta por anticipado a cualquier tentación de la Comisión de zapar sus posiciones a favor de la banca. Quintás admitió ayer que ve que las preguntas de Bruselas van cargadas de "sospechas" y de "recelos" sobre las cajas.Las cajas evitan el oligopolioLa CECA asegura que "si no existiesen las cajas de ahorros, el mercado español sería un oligopolio". E insiste en que bajo la denominación común de cajas de ahorros extendida por todo el Viejo continente, existe una "pluralidad de modelos nacionales". La puntualización no es gratuita. Kroes está intentando forzar a Francia para que sus cajas no tengan el derecho exclusivo de comercializar determinadas cartillas de ahorro. Y el irlandés Charlie McCreevy, comisario de Mercado Interior, está a un paso de denunciar a Alemania ante el Tribunal de Justicia de la UE para liberalizar el uso de la denominación Caja de Ahorros. Quintás dijo que permitir que una entidad que no sea una caja pueda llamarse caja sería "prostituir nuestro nombre".Para escapar a la criba liberalizadora de Bruselas, la opinión de la CECA sobre si hay competencia en el mercado europeo aprovechó para explicar que las cajas de ahorros en España ni están protegidas por los poderes públicos ni disfrutan de privilegios legislativos, sino que "compiten en igualdad de condiciones" con la banca privada.