Los trabajadores aceptan el cambio estratégico y una rebaja salarial media del 18%Con el plazo dado por la empresa a punto de vencer y tras una jornada maratoniana de negociaciones, los trabajadores y la dirección de Nissan sellaron en la madrugada del jueves un acuerdo que salvará del cierre la planta de Ávila del fabricante nipón. Finalmente, y aunque suavizada, los trabajadores han aceptado la rebaja salarial planteada por la dirección de la compañía derivada de su inclusión en el convenio colectivo de Renault en Castilla y León. Ésta era la condición inexcusable dado por el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, designado como mediador en el conflicto laboral, para que la planta mantenga la actividad más allá de 2019, fecha en la que abandonará la actual activiad de ensamblaje de camiones para pasar a fabricar piezas de recambio para la Alianza Nissan-Renault. El presidente del comité de empresa, Iván Zazo, reconoció que han tenido que asumir las condiciones del convenio de Renault, pero con "dos elementos compensatorios muy importantes". Por un lado, una homogeneización de la reducción salarial, de manera que se repartirá de manera más proporcional entre la plantilla, y por otro el mantenimiento y la generación de antigüedad hasta cinco quinquenios, lo que permitirá que la rebaja media del salario de un 18 por ciento se irá reduciendo con el tiempo. "Hemos sacado todo lo que se podía sacar", subrayaron desde el comité de empresa. Aseguraron que durante la negociación han estado dispuestos "a desafiar el chantaje de la empresa y su ultimátum", en referencia a las palabras de De los Mozos, que había advertido del inicio de un expediente de cierre si el 14 de junio no había acuerdo. En el pacto se recoge también una reducción de los traslados a la factoría de Renault en Valladolid, mediante un Erte para formación con complemento de hasta el 100 por cien. La compañía mantendrá el empleo actual -471 trabajadores- hasta 2019, fecha en la que se dejará de fabricar camiones. A partir de 2020, la plantilla se situará entre 200 y 250 empleados y se irá recuperando plantilla a razón de unos 50 trabajadores cada año, hasta volver al nivel actual.