Las entidades españolas mantuvieron prácticamente sin cambios, en 172.977 millones de euros, sus peticiones de liquidez al Banco Central Europeo (BCE) en mayo, justo antes de la intervención del Banco Popular por parte de las autoridades de resolución europeas. Según los datos publicados los fondos reclamados eran apenas 5 millones inferiores a los que la banca había pedido el mes anterior, mientras el Banco Popular, según se ha sabido ahora, luchaba por mantenerse a flote mientras se enfrentaba a diario a millonarias retiradas de fondos que se hicieron dramáticas ya en junio. En comparación con el mismo mes de 2016, las peticiones de liquidez en la ventanilla de Fráncfort se incrementaron en un 41 por ciento, lo que equivale a 50.414 millones. En el conjunto de los países de la eurozona, la apelación al BCE también se redujo en mayo en un 0,23 por ciento frente al mes anterior, que equivale a 1.693 millones de euros, hasta 767.304 millones.