La intervención definitiva necesitará un plan detallado y la luz verde del BCEDespués de cinco meses de negociaciones Italia obtiene de Europa el primer visto bueno al rescate de Monte dei Paschi di Siena (MPS). El acuerdo sellado ayer es, sin embargo, sólo uno de los principales requisitos para que Bruselas dé luz verde a su recapitalización cautelar con ayuda del Estado. Para que Bruselas autorice definitivamente la recapitalización, el BCE debe confirmar que el banco es solvente y que cumple con los requisitos de capital, mientras Italia debe dar garantías de que podrá colocar en el mercado su cartera de préstamos improductivos. Estos pasos, según los analistas, necesitarán varias semanas. Italia debe ahora presentar un plan detallado final antes de que Bruselas tome su decisión definitiva, para la que aún no hay fecha. El problema es que para el Gobierno de Paolo Gentiloni el tiempo aprieta: los principales partidos transalpinos se han puesto de acuerdo para aprobar una nueva ley electoral dentro de la primera semana de julio, con tal de llamar a elecciones anticipadas en septiembre o como muy tarde en octubre. El año pasado la campaña electoral del referéndum constitucional paró cualquier plan de saneamiento de la banca, pero ahora Italia no puede repetir ese error. El rescate de MPS es muy importante, porque de eso dependerán también las intervenciones de otras dos entidades problemáticas: Veneto Banca y Popolare de Vicenza. De momento, Roma ha conseguido evitar el llamado bail-in o sea el rescate interno que conlleva mayores pérdidas para inversiones y accionistas. Además, la Comisión ha aceptado que, derogando a las normas europeas, el banco compense a los inversores minoristas que tengan deuda subordinada cuando haya casos de venta abusiva: la entidad convertirá sus bonos en capital y después les recomprará las acciones con productos más seguros. En ese sentido, la CE subrayó que "la compensación es una consideración totalmente separada de las reglas de Estado de la UE". Mientras, Roma impondrá un límite a los salarios de los directivos de MPS y los accionistas y tenedores de deuda subordinada tendrán que contribuir a los costes de reestructuración.