L a segunda subasta de renovables celebrada en España el pasado 17 de mayo ha tenido dos claros vencedores: la tecnología eólica y la compañía Forestalia. Los proyectos eólicos han sido adjudicatarios de 2.979 megavatios de los 3.000 subastados, de los que 1.200 megavatios han ido a parar al Grupo que preside Fernando Samper. La subasta se ha saldado sin coste para el consumidor, tal y como pretendía el Gobierno, ya que las pujas de los concursantes han sido tan bajas que han renunciado a las primas. La gran perdedora ha sido la solar fotovoltaica, que solo se ha llevado un megavatio en proyectos solares; un hecho que ya vaticinó la patronal del sector, que pidió sin éxito la suspensión cautelar de la puja al Tribunal Supremo alegando discriminación. Unef ha criticado que el mal diseño y las reglas de la subasta "han generado una situación de empate entre las ofertas presentadas por ambas tecnologías, dando ventaja a la eólica, a pesar de que la fotovoltaica ha ofertado al mismo precio". La patronal ha anunciado que presentará una denuncia ante la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea. Además de Forestalia, también han triunfado en la subasta empresas de la talla de Gas Natural Fenosa, que ha conseguido el 22 por ciento de la potencia subastada, con un total de 667 megavatios, y que ya ha anunciado una inversión de 700 millones de euros en la construcción de estos proyectos; y Endesa, que ha conseguido 540 megavatios a través de su filial Enel Green Power España, en los que invertirá unos 600 millones de euros. La nueva adjudicación de potencia hará que la compañía eleve su capacidad instalada hasta los 2.214 megavatios -2.157 MW de potencia eólica-. También se han hecho con un cupo interesante en la subasta el grupo aragonés Brial, con 237 megavatios adjudicados; Siemens Gamesa, con 206 megavatios; y Norvento, con 128 megavatios. Fuera de la tarta se han quedado firmas tan relevantes como Iberdrola, Viesgo o EDP. La ejecución de los proyectos, que deberán estar en funcionamiento antes de 2020, supondrá inversiones superiores a los 3.000 millones de euros, así como la creación de más de 30.000 empleos en el periodo de instalación. Independientemente de los resultados obtenidos, la subasta, con la que España pretende avanzar en el cumplimiento de los objetivos europeos de renovables para 2020, ha puesto de manifiesto el interés de los inversores por este sector en España. Según el Ministerio de Energía, las solicitudes presentadas han superado en más de tres veces la potencia adjudicada. 20 GW en el próximo año Las subastas celebradas en España son solo la punta del iceberg. En los últimos años se han convertido en uno de los instrumentos normativos más populares para el despliegue de las renovables a nivel mundial. Se trata de una tendencia que se ha ido afianzando con el tiempo, de manera que, para antes de 2020, se estima que prácticamente todos los mercados funcionarán, al menos parcialmente, bajo subastas o concursos. Para los próximos doce meses las previsiones apuntan la adjudicación de entre 15 y 20 gigavatios de potencia renovable mediante este tipo de procesos. El tipo de subasta depende, entre otros factores, de los objetivos de cada región y de los recursos existentes -cantidad de sol y de viento-. En países como España, México, Chile y Argentina las subastas incluyen varias tecnologías, mientras que en otros como Francia, Arabia Saudí, Turquía, Brasil, India, Alemania y Rusia son exclusivas para eólica; aunque en casi todos ellos se suelen celebrar, paralelamente, subastas para energía solar. Turquía será uno de los países que celebrará su propia subasta renovable en la segunda parte del año, concretamente en julio, para 1.000 MW de potencia eólica. El país se ha marcado como objetivo incrementar el peso de las renovables hasta el 30 por ciento en 2023. Arabia Saudí lo hará en noviembre, para una potencia superior a los 1.000 MW. El país subastará contratos de compra de energía (PPA) por una potencia de 620 megavatios de solar fotovoltaica y 400 megavatios de eólica en su segunda ronda de licitaciones. México celebrará, también en noviembre, la tercera subasta de energía a largo plazo tras la reforma energética, cuya novedad respecto a subastas anteriores es que estará abierta a más compradores. Los proyectos que resulten adjudicados deberán entrar en operación el 1 de enero de 2020. Entre proyectos en construcción y adjudicados en las dos licitaciones anteriores, México espera incrementar la capacidad renovable en casi 12 GW -6,3 GW eólicos y 5,4 GW fotovoltaicos-, con el objetivo de alcanzar el 35 por ciento de energías limpias en 2024 que marca la legislación mexicana. Todas las tecnologías Alemania también se ha subido al carro de las subastas. El Gobierno ha decidido que serán específicas para cada tecnología -fotovoltaica, eólica terrestre y marina y, posiblemente, biomasa-. En el caso de la eólica, se celebrarán tres subastas anuales en 2017, cuatro en 2018 y tres a partir de 2019. Se subastarán 2.800 MW al año hasta 2019 y 2.900 MW a partir de 2020. En la primera para eólica offshore se han adjudicado 1.490 megavatios y en la primera de eólica terrestre, un total de 807 megavatios. Francia, a través del regulador energético francés CRE, ha convocado recientemente la primera licitación para proyectos de autoconsumo con ayudas de 50 euros megavatio hora. La oferta está abierta a instalaciones fotovoltaicas en azoteas y otros proyectos renovables con capacidades entre 100 y 500 kilovatios. La energía generada podrá ser consumida por el propietario o vendida a un tercero situado en el mismo edificio. La tasa anual de autoconsumo debe ser superior, en cualquier caso, al 50 por ciento de la energía generada. La licitación se llevará a cabo durante un período de tres años y tendrá nueve convocatorias independientes para la presentación de propuestas. La primera se cerrará el próximo 27 de septiembre y la última el 20 de mayo de 2020. Brasil planea realizar, al menos, una subasta de energía eléctrica en septiembre, que supondrá la primera oportunidad para las compañías solares y eólicas, que no han firmado contratos de suministro a largo plazo desde noviembre de 2015. El Gobierno decidió cancelar la subasta para eólica y solar el pasado diciembre como consecuencia del sobrante de energía eléctrica fruto de la recesión económica en la que se encuentra inmersa el país. Hasta el momento, Chile ha celebrado dos subastas para el suministro de energía a largo plazo, habiendo convocado una tercera que se celebrará en octubre. En esta ocasión, el volumen de energía a licitar será muy inferior a anteriores convocatorias y las garantías también se han duplicado. Se subastarán 4.200 GWh anuales, según las bases definitivas publicadas. El suministro será por 20 años y el inicio de suministro para los proyectos ganadores se ha marcado para el 1 de enero de 2023. Argentina, que se ha marcado un objetivo del 20 por ciento en renovables en el mix eléctrico en 2025, prevé licitar entre 1,5 y 2 GW renovables en el segundo semestre del año, con un cupo específico para la solar. En el marco del nuevo Plan de Energías Renovables 2016-2025, el programa RenovAr para la licitación de energía se inició el año pasado con las Rondas 1 y 1,5 en las que se adjudicaron cerca de 2.500 MW en proyectos renovables, de los que unos 900 MW correspondieron a plantas fotovoltaicas. Otros mercados que podrían ir a subastas este año son Grecia, Colombia, Cuba y Bolivia.