Reino Unido quiere mantener las ayudas financieras para los estudiantes de la Unión Europea hasta el curso 2018-2019. Esto significa que seguirán teniendo acceso a préstamos y subvenciones, incluso si el curso concluye después de la salida del Reino Unido de la UE. Esta decisión permitirá proporcionar garantías de financiación inmediatas a los estudiantes ya existentes y aquellos que se postulan para estudiar esos cursos. La ventaja de esta medida es que las matrículas podrán ser iguales que las de los propios estudiantes británicos, sin embargo, los universitarios no comunitarios no cuentan con estas ventajas. El Gobierno de Theresa May ha comprometido 4.700 millones de libras adicionales para la investigación y la innovación en los próximos cinco años. Esto proporcionará una estabilidad importante para las universidades y los estudiantes. Garantizar la investigación Ante las negociaciones del Brexit, las universidades británicas han pedido garantizar un establecimiento efectivo post-Brexit para las universidades, incluidos los programas de investigación de la UE, de los que actualmente ganan alrededor de 1.200 millones de libras al año (1.400 millones de euros). Reino Unido debe tratar de "buscar influir y acceder al siguiente programa marco siempre que mantenga su enfoque en la excelencia", ha indicado la Asociación de Universidades británicas. Otra prioridad es la creación de un "sistema eficaz de inmigración" que dé un especial trato a los universitarios extranjeros.