Las grandes terminalistas piden que la reforma no esté en manos de la negociación "Cambiarlo todo para que nada cambie", El Gatopardo, 1957. Los sindicatos de los estibadores han puesto sobre la mesa de negociación una serie de exigencias con las que esperan adaptarse al nuevo Real Decreto Ley sin que nada cambie en su sector. En concreto, Antolín Goya, líder de Coordinadora, aseguró ayer que luchan para "conseguir en la negociación colectiva lo que no consiguieron meter en la reforma del Gobierno". Así, el sindicato exige a Anesco que blinde la subrogación de la totalidad de los trabajadores, que garantice que la formación de los nuevos ingresos quede en manos del sindicato, que todas las Sagep se transformen en Centros Portuarios de Empleo (CPE), donde permanecerán todas las empresas como accionistas, y que sólo puedan contratar a los empleados de las mismas. Tras varios encuentros, amenazas de huelga y paros encubiertos que han lastrado un 30 por ciento la productividad de los grandes puertos, la patronal de la estiba ha firmado un principio de acuerdo con los sindicatos en el que se compromete a mantener el cien por cien del empleo y otras cesiones que no han sentado nada bien en el seno de la organización y ha agravado la división interna. Y es que, Anesco tiene abierta una guerra interna desde hace meses por la marcha de la negociaciones, que ha llegado a un punto insostenible. Así, después de que una parte no consiguiera ayer disolver Anesco como patronal y quitarle su papel como interlocutor ante los sindicatos, PIPE (Plataforma de Inversores en Puertos Españoles) ha pedido que "no se deje en manos de la negociación colectiva" el desarrollo normativo del y ha alertado de que la reforma va camino de quedarse en nada. "Ante el riesgo de que la reforma se convierta en una mera transformación cosmética de un sistema ineficiente y que penaliza la competitividad de la economía, PIPE solicita que el desarrollo reglamentario del Real Decreto-Ley no deje en manos de la negociación colectiva toda la regulación en materia laboral, dada la demostrada situación de indefensión de los empresarios frente a los estibadores y sus medidas de presión", denuncian. PIPE es una organización empresarial formada por trece grandes empresas que a su vez forman parte de Anesco y están en su consejo y mesa de negociación. Entre ellas destaca Bergé, Noatum, Boluda, APM Terminals (Maerks), Toro Betolaza, Grupo Nogar, Ership u OHL Concesiones, que prefieren negociar directamente con sus empleados a someterse a un convenio "que solo beneficia a los trabajadores y no asegura la competitividad". En este punto, las terminales de Noatum, APMT son las que más han sufrido las huelgas encubiertas. El principio de acuerdo firmado ayer ha llevado a Coordinadora a cancelar los seis días de huelga previstos en mayo. Todavía están activados los de junio y Goya asegura que se quitarán si en estos días se logra cerrar un acuerdo. En este punto, el líder de Coordinadora ha asegurado que están dispuestos a bajarse un 10 por ciento el sueldo y abrir la puerta a las prejubilaciones si se cumplen todas las exigencias, algo a lo que no están dispuestas muchas empresas. "El objetivo de una huelga nunca ha sido cumplirla si no usarla como llamada de atención para negociar", explicó Goya. En este punto, lamentó que en los últimos días se hayan resentido los tráficos de los puertos por la inestabilidad y advirtió la situación puede seguir.