De la producción artesanal para otras marcas a una pequeña multinacional del zapato que quiere redoblar el volumen de negocio dentro de cinco años, llegando a los 500 millones de euros y creciendo en mercados claves como España. La estrategia de Nero Giardini se basa en un modelo de distribución rápido muy parecido al de Inditex. Pero Enrico Bracalente, fundador, presidente y dueño de la marca, asegura no habérselo copiado a Amancio Ortega... Su plan industrial prevé acelerar el crecimiento internacional. ¿Van a crecer también en España? Nuestro objetivo es llegar a hacer la mitad del volumen de negocio fuera de Italia. Hoy el mercado español vale cinco millones de euros, es decir, 100.000 pares de zapatos, pero queremos multiplicar por cuatro esos datos. Después de Bélgica y Rusia, España es nuestro mercado extranjero más importante: hoy tenemos un agente de ventas en Cataluña, pero con otros tres vendedores en Madrid, Valencia y Galicia podemos llegar a los 20 millones de euros de facturación. Al crecimiento internacional se suman las inversiones en una nueva plataforma logística online, para asegurar a nuestros clientes tiempos de entrega, en toda Europa, entre las 48 y las 92 horas. Su distribución se parece mucho al modelo de moda rápida de Inditex... Yo, en realidad, me inspiré en Primigi, una empresa de Perugia que hace moda para niños. Pero dos universidades de Milán han investigado nuestro modelo de negocio y nos han dicho que es muy parecido al de Inditex. La verdad es que compartimos la misma atención a la rapidez del servicio. Si una tienda vende bien un artículo, ha de tenerlo a disposición en pocas horas. Esto en el calzado Made in Italy no lo hace nadie. Con la globalización el mercado, ha cambiado de manera radical y sigue haciéndolo con una rapidez increíble. Tenemos que estar al paso. ¿Cómo han superado la crisis, con un mercado doméstico tan deprimido? Mi intuición fue dejar de producir para otras marcas y lanzar, a finales de los años 80, nuestro propio brand. La marca nos permite fidelizar al cliente y ahora, a pesar de la crisis del mercado italiano, podemos mirar hacia adelante con cierto optimismo y el objetivo es alcazar en el futuro los 400 millones o 500 millones de euros de facturación, gracias a un aumento de las exportaciones. Contamos también con otra marca, número uno absoluto: el Made in Italy. Acabamos de encontrar nuestros clientes internacionales -de Mongolia a Líbano, pasando por República Checa- y en estos mercados crecemos muy rápidamente. NeroGiardini todavía no es conocida, pero lo que se vende es el hecho en Italia. Nuestros comerciales nos dicen que cuando un cliente ve la bandera italiana, el zapato se vende de inmediato. Acaban de prorrogar el acuerdo con Dorna para patrocinar el MotoGP. ¿Qué pintan los zapatos italianos con las motos? Lo hemos prorrogado un año, aunque Dorna, la sociedad española que gestiona el MotoGP, quería tres. De un primer vistazo, parece un patrocinio ilógico, ya que el 70 por ciento de los que siguen el MotoGP son hombres, mientras el 70 por ciento de nuestras clientes son mujeres. Sin embargo, patrocinamos el MotoGP porque tiene muchos seguidores en Asia. En este sentido, nuestro objetivo es hacernos conocer por los distribuidores japoneses, surcoreanos o del Medio Oriente, todos ellos mercados con mucho potencial, no sólo para las motos, sino también para el calzado italiano.