Pide condicionar las metas de renovables a 2030 a los costes de su desarrollo, incluidos aquellos incurridos en el pasadoEspaña quiere que los objetivos de renovables y de eficiencia energética para el año 2030 tengan en cuenta los costes del pasado, los del presente y los del futuro, de forma que haya un reparto ecuánime entre los países miembro de la UE, y que el cumplimiento de dichas metas esté condicionado al desarrollo de las interconexiones, para las que reclama un objetivo vinculante. elEconomista ha tenido acceso a las alegaciones remitidas por España a la Comisión Europea sobre su propuesta de Regulación para la Gobernanza de la Unión Energética -incluida en el denominado Paquete de Invierno-, que enmienda una decena de directivas y reglamentos, y que debería permitir que en 2030 la UE alcance sus objetivos de clima y energía: reducir un 40 por ciento las emisiones de CO2, consumir un 27 por ciento de renovables, bajar sus necesidades de energía un 30 por ciento y tener un 15 por ciento de interconexiones. Estos objetivos -excepto el de carbono- son vinculantes a escala europea, pero son indicativos a escala nacional, y cada país debe elaborar unos Planes Integrados de Energía y Clima antes de que acabe este año para detallar qué actuaciones acometerá para alcanzarlos. Posteriormente, la Comisión ha de liderar un proceso de coordinación y revisión de todas las iniciativas nacionales al objeto de alcanzar las metas comunitarias. Detallar el reparto A España el planteamiento no le gusta. Recuerda que no hay mandato legal para elaborar los planes -aún es una propuesta- y cree que debería detallarse más cómo se distribuyen los esfuerzos entre los Estados, limitando el importante margen de discrecionalidad que tendrá la Comisión. También defiende que el criterio a seguir en el reparto sea la ecuanimidad de los costes previos, presentes y futuros de las medidas; explícitamente reclama que se considere el esfuerzo temprano español en renovables, por su aportación al abaratamiento de las tecnologías. Además, todo ello debe condicionarse al objetivo de interconexión -que debería ser vinculante-, para reducir los costes. España reclama muchas otras cosas, como que las actuaciones de eficiencia energética realizadas antes de 2020 cuenten para 2030 por su impacto a largo plazo.