Barclays obtuvo un beneficio de 190 millones de libras esterlinas (225 millones de euros) en el primer trimestre del año, una cifra que representa un retroceso del 56,1 por ciento respecto al mismo periodo de 2016 como consecuencia del impacto negativo de las desinversiones de activos realizadas por la entidad. En concreto, el banco británico contabilizó en el primer trimestre del año un impacto negativo de 658 millones de libras (781 millones de euros) por la venta de negocios en África. Sin tener en cuenta elementos extraordinarios como éste, el resultado antes de impuestos de Barclays entre enero y marzo fue de 1.682 millones de libras (1.996 millones de euros), lo que representa una mejora del 112 por ciento respecto al año precedente. Los ajustes aplicados por la entidad han permitido que su eficiencia mejore del 72 por ciento al 62 por ciento en el conjunto del grupo. En su actividad estratégica, la entidad destaca que este ratio se sitúa en el 59 por ciento, por debajo del objetivo marcado del 60 por ciento.