El Fondo y el Banco Mundial piden un crecimiento inclusivo frente al populismoLos ministros de Economía y Finanzas así como los gobernadores de los bancos centrales de las economías más importantes del mundo optaron el pasado fin de semana por no tensar aún más la cuerda con la Administración de Donald Trump y eliminaron toda crítica explícita contra el proteccionismo así como sus referencias de apoyo a las políticas a favor del medio ambiente. Una decisión que mostró de nuevo la velada influencia de Estados Unidos en un momento en que todavía se desconocen detalles concretos sobre la populista agenda comercial y económica del nuevo Gobierno en Washington. Sin embargo, como ya ocurrió en la reunión del Grupo de los 20 en Baden-Baden, Alemania, el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, por sus siglas en inglés), el órgano directivo del FMI, eliminó el sábado de su comunicado la referencia incluida en documentos anteriores donde se comprometía a "resistir todas las formas de proteccionismo". Un hecho que se materializó después de que el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, presionase al Fondo para que mejore la supervisión de las políticas cambiarías de sus 189 miembros así como los desequilibrios comerciales que a ojos del funcionario impiden un comercio "justo". "En nuestra opinión, los excesivos superávit como también déficit comerciales, no son propicios para el apoyo a un sistema de comercio libre y justo", insistió Mnuchin el pasado sábado ante el IMFC en línea con el hilo argumental que la Casa Blanca ha elaborado desde el pasado 20 de enero. No debemos olvidar que la plataforma populista del presidente Trump ha amenazado con imponer medidas para restringir las importaciones y atacado a países como China, Alemania y Japón por sus superávit comerciales con EEUU. Al mismo tiempo, algunos funcionarios de su Administración, como el secretario de Comercio, Wilbur Ross, calificaron de "basura" la críticas elaboradas por la directora gerente del Fondo Monetario, Christine Lagarde, contra el proteccionismo. De esta forma, las declaraciones de Mnuchin quedaron patentes en el documento final emitido por el IMFC, donde los países miembros del Fondo, que celebró sus reuniones de primavera, se comprometieron a trabajar para reducir los desequilibrios globales pero evadieron su promesa de resistir todas las formas de proteccionismo. Compromiso común "Nos abstendremos de realizar devaluaciones competitivas y no vamos a dirigir nuestros tipos de cambio para estos fines", rezó el comunicado donde se incluyó un compromiso común para "reducir los desequilibrios globales excesivos mediante la aplicación de políticas adecuadas". También se omitió el mensaje incluido el pasado octubre donde se daba la bienvenida "a la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre el cambio climático". Recordemos que el presidente republicano todavía no ha decidido si retirará o no a Estados Unidos de este compromiso climático. Agustín Carstens, el gobernador del banco central de México y presidente del IMFC, quiso quitar hierro al asunto incidiendo en que el proteccionismo es un término "ambiguo". "En lugar de centrarnos en el significado de este concepto hemos logrado situarlo en un marco más positivo y constructivo", dijo durante una rueda de prensa. Curiosidad más que inquietud Por su parte, el ministro de Economía, Industria y Competitividad español, Luis de Guindos, afirmó tras el encuentro celebrado en Washington que actualmente "más que inquietud hay curiosidad" sobre las políticas del presidente Donald Trump, aunque el titular de Economía reconoció que la "fragmentación" tanto a nivel comercial como en áreas de regulación financiera y colaboración global en materia de impuestos es una amenaza para la economía global. Durante la semana pasada, el FMI y el Banco Mundial incidieron en que pese a que la economía global experimenta una evidente mejora, con un crecimiento proyectado del 3,5 por ciento para este año, los Gobiernos deben hacer un mejor trabajo para asegurarse de que esta expansión sea más inclusiva y equilibrada. Un guiño con el que ambas instituciones quisieron hacer referencia al creciente populismo en países como Estados Unidos o Reino Unido, que ha desembocado en la defensa de medidas de corte nacionalista que hacen peligrar la globalización. La propia Christine Lagarde evitó morder la mano del mayor donante del Fondo, al asegurar que puede cooperar con Donald Trump, para mejorar el comercio global. "Tras los diversos contactos que he tenido con la Administración Trump hasta la fecha, tengo razones para pensar que vamos a avanzar hacía una cooperación con el fin de apoyar y mejorar el sistema comercial que tenemos", manifestó la dirigente del FMI. Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, matizó al término del encuentro mantenido por los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 que "hubo un amplio consenso" en que "el proteccionismo sería nefasto para la economía mundial". Un tanto a favor para el Gobierno alemán, que asume la presidencia de turno del G-20, y que se mostró abierto a la posibilidad de alcanzar una solución "sin confrontaciones" con EEUU en lo que a materia comercial se refiere.