Español, su antiguo presidente, condenado a 30 meses de cárcel La Audiencia de Barcelona difundió ayer la sentencia sobre el juicio a la antigua cúpula de La Seda. Los jueces concluyen que, de forma concertada, un importante grupo de ejecutivos de la compañía química participó durante años en una trama de desvío de fondos a su favor, dañando patrimonialmente a la compañía catalana. Rafael Español, antiguo presidente de la compañía, ha sido inhabilitado y condenado a dos años y medio de cárcel por un delito "continuado" de apropiación indebida al haber desviado 4,3 millones. Es por ello que también se ha condenado a otro trabajador de La Seda, Joaquín Francisco García Carpinell, a un año y 11 meses de prisión y una multa de 13.500 euros. A los otros cuatro acusados se les han imputado penas de entre un año y medio y diez meses de cárcel. La sentencia esclarece que tanto Español como García Carpinell se aprovecharon de su poder en la compañía para simular la producción de toneladas de un producto termoplástico a sociedades que también eran de su propiedad. Estas son Polimeros Pet, Netco, VK Import y Emme, donde desviaron hasta 4,3 millones de euros. Datos ficticios De esta forma, simularon diversas operaciones en Rusia o Túnez con empresas que tenían bajo su control. Según el tribunal, existe "una correspondencia casi absoluta" entre las toneladas de Pet Sedapet SP-04 ficticiamente producidas en la planta de la Seda en El Prat de Llobregat (Barcelona) y que fueron contabilizadas como reales y las que aparentemente fueron transportadas a Rusia y Túnez. Español ya fue condenado en junio de 2015 a otro año y un mes de cárcel y a una multa de 700.000 euros por haber saqueado la entidad entre 2000 y 2004, en este caso también tras un pacto con la Fiscalía que le permitió rebajar sensiblemente la pena de 27 años y medio de prisión que le reclamaba.