El selectivo español ya rebota un 12,5% en el año, tras erigirse como la plaza más alcista, en una semana en la que sus entidades financieras, que cuentan con una ponderación del 30% en el índice, han dejado de sumar después de que el Banco Central Europeo haya enfriado aún más las expectativas de subidas de tipos en la zona euro, que los mercados vislumbran ahora en julio de 2018El Ibex 35 parece resistirse a poner fin a su marcha triunfal. En una semana en la que los principales índices se mantuvieron prácticamente planos, el selectivo español encabezó las subidas, tras repuntar un 0,6 por ciento, lo que incluso le permitió pulverizar la resistencia que presentaba en los 10.460 puntos y cerrar en los 10.529. El índice de referencia en nuestro país logró auparse por encima de la barrera psicológica de los 10.500 enteros por primera vez desde agosto de 2015, cuando los perdió ante el terremoto desatado en el mercado por las sucesivas devaluaciones del yuan. Tras encadenar su sexta semana consecutiva al alza, su mejor racha desde septiembre de 2013, el Ibex se consolida como el más alcista en el Viejo Continente, al aprovechar la última semana para ampliar sus ganancias hasta el 12,6 por ciento. De hecho, el segundo que más sube, el Dax alemán, que incluye dividendos, apenas repunta la mitad que el selectivo nacional: un 6,5 por ciento. Además, todavía no existen visos de que la bolsa española pierda su velocidad de crucero. Como señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "para que haya algún signo de agotamiento de su tendencia alcista es preciso que se pierdan los mínimos que se han marcado esta semana, como son los 10.270 puntos del Ibex 35". ACS, que ya cuenta con la segunda mejor recomendación del Ibex 35 -ver página 15-, lideró las subidas en el Ibex 35, tras rebotar un 4,8 por ciento en la última semana. Lo hizo, paradójicamente, en unas fechas en las que vivió un baile en su accionariado. Si el lunes se anunciaba que la familia Fluxá, que controlaba el 5,6 por ciento del capital de la constructora, salía de su capital, el día siguiente se hacía pública que Corporación Financiera Alba había reducido su participación por debajo del 3 por ciento -hace solo un año controlaba el 11,7 por ciento-. De cerca la siguieron Red Eléctrica, que ya se dispara un 14 por ciento desde comienzos de febrero, ante la relajación del mercado de deuda, y Repsol, que repuntó un 3,3 por ciento, impulsado por el precio del petróleo. El barril de Brent, de referencia en Europa, escalaba, al cierre de esta edición, un 4,5 por ciento en la semana, hasta los 55 dólares, protagonizando su mayor subida desde que la OPEP acordase recortar la producción a finales de noviembre. El oro negro celebró los rumores que apuntan a la posibilidad de que los países de la organización acuerden prolongar el pacto, así como por los cuellos de botella en unas refinerías operando casi a plena capacidad, que podrían echar por tierra la mayor producción de petróleo. Gamesa, por su parte, escaló un 2,4 por ciento, descontando el dividendo extraordinario de 3,59 euros que repartirá el martes como parte de su fusión con Siemens. La semana estuvo marcada, además de por el encuentro entre Donald Trump y el presidente chino, Xi Jimping, que se saldó con un tono cordial, por la publicación de las actas de las reuniones de las autoridades monetarias a uno y otro lado del Atlántico, que evidenciaron las diferencias en su agenda. Mientras que la Reserva Federal ya busca encaje en el calendario para abordar el adelgazamiento de su balance de 4,25 billones de euros, el BCE, por su parte, enfrió aún más las expectativas de subidas de tipos en la zona euro. En apenas unas semanas, los mercados han pasado de descontarlas para finales de 2017 a llevarla en julio de 2018, lo que ha situado al cruce euro dólar por debajo de los 1,06 dólares. Esta situación, unida a la entrada de fondos en activos refugio tras el bombardeo de Estados Unidos en Siria, catalizó un fuerte descenso en la rentabilidad de la renta fija. En el caso del bono español a 10 años, esta se redujo hasta el 1,61 por ciento, su nivel más bajo desde el 20 de febrero. Las compras en el mercado de deuda pasaron factura a las entidades bancarias del Ibex 35, que se situaron a la cola del selectivo. Popular fue el más bajista, tras caer un 10,8 por ciento en una semana convulsa para la entidad tras la salida de su consejero delegado, Pedro Larena, apenas ocho meses después de su desembarco, y el anuncio de que ajustará sus cuentas de 2016. BBVA retrocedió un 2,1 por ciento y Sabadell, por su parte, se dejó un 2,3 por ciento, y perdió su condición de valor más alcista del Ibex 35 en el año, que ahora recala en CaixaBank. El oro escala a máximos de noviembre El ataque del ejército estadounidense a una base aérea del régimen de Bashar Al Assad a la que se acusa de haber utilizado armas químicas, ha reavivado las compras de oro. El activo refugio por excelencia escaló un 1,5 por ciento en la semana y, al cierre de esta edición, cotizaba en el entorno de los 1.265 dólares la onza, su nivel más alto desde el pasado 11 de noviembre.