El astillero La Naval de Sestao (Vizcaya) atraviesa una situación bastante complicada, a pesar de tener carga de trabajo en sus gradas. La compañía arrastra importantes pérdidas de ejercicios pasados, además de penalizaciones de armadores por retrasos en entregas de pedidos, que hacen necesario que se refuercen los fondos propios. La relevancia de este astillero es que es el único de Euskadi que construye barcos de gran tamaño y, aunque solo tiene 225 trabajadores, moviliza gran cantidad de empleo en la industria auxiliar. Los socios de La Naval, entre los que destacan Ingeteam y Murueta, están buscando financiación externa que permita rebajar la cifra que tendrán que aportar si amplían capital para continuar.