Desde el año 2014 había registrado una caída continuada hasta ahoraEl contrabando de tabaco vuelve a repuntar otra vez en España. De acuerdo con el último informe elaborado por Ipsos, el tráfico ilegal de cigarrillos en nuestro país se elevó al cierre del pasado ejercicio hasta el 9,2 por ciento sobre el total del mercado. Es un punto más respecto a los datos del primer semestre de 2016, cuando había caído hasta el 8,2 por ciento. De hecho, el contrabando no había parado de caer desde que en diciembre de 2014 tocó techo, con el 12,5 por ciento de las ventas. El contrabando, que causa un agujero a las arcas públicas de alrededor de 900 millones de euros al año, es especialmente significativo en Andalucía, con un 30 por ciento de cuota, lo que ha provocado en los últimos años el cierre de numerosos estancos. En algunas provincias, como Cádiz, ha llegado a superar de hecho hasta el 40 por ciento del mercado. No obstante, y a diferencia de lo que ocurre en otros países, el contrabando en España no se realiza con tabaco falsificado sino con cajetillas genuinas. Una de las principales vías de entrada es Gibraltar, aunque ha crecido también de forma muy significativa el tráfico a través del Puerto de Algeciras. El año pasado, la Oficina Europa de Lucha contra el Fraude (Olaf) decidió romper el acuerdo de colaboración que tenía con las grandes empresas tabaqueras porque, en su opinión, no estaban actuando tal y como habían prometido contra el contrabando, con lo que no se conseguía reducir la venta ilegal. Por empresas, según los datos de Ipsos, el 27,3 por ciento del tráfico ilegal corresponde a marcas de la compañía luxemburguesa Landewyck, un 25,4 por ciento es de Philip Morris y un 15 por ciento de Japan Tobacco International. Y por marcas ocurre también algo parecido. Ducal, la principal enseña de Landewyck, acapara el 18,2 por ciento del tráfico ilegal y Marlboro, propiedad de Philip Morris, suma otro 14,3 por ciento.