Global Exchange se consolida como una de las tres principales compañías de cambio de divisas a nivel mundial tras culminar un Plan Estratégico que le ha permitido en los últimos cuatro años llegar a 20 países y atender a 4,8 millones de clientes, casi el doble que en 2012. El pasado año, la compañía salmantina cerró con un resultado de explotación (ebitda) de 13 millones de euros y un beneficio antes de impuestos de 9,7 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la de 2015 por la influencia negativa de los tipos de cambio y las fuertes inversiones para completar su meteórica expansión internacional. La entidad cerró 2016 con 235 oficinas distribuidas en 55 aeropuertos internacionales en 20 países y entró en el mercado australiano con 20 oficinas. En los últimos cuatro años, Global Exchange ha multiplicado por 10 sus inversiones hasta los 21,5 millones, ha incrementado un 328 por ciento el BAI hasta 9,73 millones y ha triplicado su plantilla, que engloba ya a 1.900 profesionales.