La compañía italiana ha invertido 85 millones de euros en la nueva líneaPara el grupo Dolce&Gabbana es una experiencia nueva, que se inicia con un proyecto bien definido y una decidida apuesta financiera. Con la colección primavera/verano 2007, la línea D&G será gestionada internamente, recuperando esa labor hasta ahora confiada a Ittierre. "No será una segunda línea, sino una colección propia, que podrá vivir incluso por sí sola", precisa Cristiana Ruella, de 44 años, directiva de Asuntos Generales y miembro del Consejo de Administración del grupo.¿A qué se debe esta decisión de reincorporar una licencia con décadas de vida? "La relación con Ittierre ha sido muy satisfactoria -responde Ruella- y, durante estos años, nos ha permitido concentrarnos en Dolce&Gabbana. En este momento, sin embargo, nuestra estructura puede dedicarse también a D&G, con la ventaja de trabajar sin filtros y controlar directamente calidad, precios, distribución y, naturalmente, gozar del valor añadido".El impulso definitivo a la colección juvenil se produjo por el hecho de que el último balance se cerró, el pasado día 31 de marzo, con una posición financiera neta positiva por valor de 85,8 millones de euros (el año anterior había sido negativa en poco más de 21 millones).Suficiente heno en el pajar como para lanzarse, pues, al nuevo reto. En la actualidad, hay ya 411 personas dedicadas al proyecto (360 son nuevos empleados) y, de aquí a finales de año, deberían llegar a 502. Se ha duplicado el espacio de las dos fábricas de Legnano y de Incisa Valdarno, con una inversión total de 37 millones, aunque la producción que se realice en Italia será sólo del 30 por ciento. El resto será deslocalizado, destinando un 50 por ciento en los países de la cuenca del Mediterráneo y un 20 por ciento a Europa del Este.En Milán, en via Broggi, se compró y se restauró un edificio para convertirlo en el cuartel general de D&G, (junto al de via Goldoni, la sede de Dolce&Gabbana), por un montante de 38 millones. Por último, para incentivar la distribución se abrirán cuatro show room en Europa, concretamente en Londres, Paris, Barcelona y Dusseldorf, con un coste total de 10 millones.