La firma estadounidense adquiere bonos de PSA y trabajará en patentes de pilas de combustible General Motors (GM) no perderá de vista al grupo PSA una vez que transfiera sus activos europeos. Ni mucho menos. Según desveló ayer la compañía gala, la compañía estadounidense seguirá vinculada a Opel ya que pretende participar en "el éxito futuro de la entidad fusionada a través de la disponibilidad de bonos de suscripción de acciones de PSA". Además, GM y PSA también esperan "colaborar en el desarrollo posterior de las tecnologías de electrificación y los acuerdos de suministro existentes para Holden y algunos modelos de Buick; además, PSA podrá abastecerse a largo plazo de los sistemas de pila de combustible de la joint venture GM/Honda". Así lo explica PSA en el comunicado con el que oficializó la compra de uno de sus principales rivales continentales. Sinergias a la vista Según las mismas fuentes, Opel y Vauxhall facturaron el año pasado 17.700 millones de euros en 2016 y las previsiones que maneja el grupo galo contemplan "importantes economías de escala, con sinergias en compras, fabricación e I+D". Así, la compañía espera unos ahorros anuales por eficiencias operativas estimadas en 1.700 millones en 2026, "de las cuales una parte significativa está prevista para 2020, acelerando el cambio de rumbo de Opel/Vauxhall". Las mismas fuentes apuntan que "la exitosa alianza con GM, PSA espera que Opel/Vauxhall logre un margen operativo corriente del 2 por ciento en 2020 y el 6 por ciento en 2026, y genere un flujo de caja operativo positivo en 2020". El Grupo PSA precisa que la operación "abarca todas las actividades de automoción de Opel/Vauxhall, que incluyen seis plantas de montaje y cinco de fabricación de componentes, un centro de ingeniería (Rüsselsheim, Alemania) y aproximadamente 40.000 empleados". Por su lado, General Motors conservará el centro de ingeniería de Turín, Italia. Asimismo, Opel/Vauxhall también seguirá beneficiándose de las licencias de propiedad intelectual de GM hasta que sus vehículos se conviertan progresivamente a las plataformas de PSA en los próximos años. Además, GM prevé "asumir una carga específica de 4.000 o 4.500 millones de dólares que no impactará en el flujo de caja". En cuanto a los controvertidos planes de pensiones de Opel y Vauxhall en Europa y el Reino Unido, estos seguirán de cuenta de General Motors, excepto el Plan Actives alemán y otros planes más pequeños seleccionados, que financiará PSA. Para ello, GM pagará al grupo galo un total de 3.000 millones de euros por "la liquidación completa de las obligaciones de pensiones transferidas", aclara PSA.