Abengoa registró unas pérdidas históricas de 7.629 millones de euros en 2016, lo que supone multiplicar por siete los números rojos que ya cosechó en 2015 (1.213 millones). La compañía andaluza ha ampliado el plazo hasta el 22 de marzo para cerrar la reestructuración, obtener la liquidez comprometida por un grupo de fondos de inversión y abandonar la situación de preconcurso de acreedores en que se halla desde noviembre de hace dos años. La compañía remitió anoche su cuenta de resultados, que arroja un deterioro severo en todos sus parámetros. El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 241 millones de euros negativos, frente a 343 millones (positivos) en 2015, al tiempo que las ventas alcanzaron los 1.510 millones, lo que implica un recorte del 58,6 por ciento respecto a los 3.647 millones que ingresó en el ejercicio anterior. El grupo urge dar este paso para iniciar una nueva etapa y poner en marcha el plan de viabilidad. Éste contempla un programa de desinversiones en el que encaja la venta de su filial Atlantica Yield. La ingeniería sevillana ha abierto la puerta a vender en próximas fechas.