Volvo C30 T5. La casa sueca regresa al mundo de los cupés con el heredero del S40. Su diseño interior le convierte en el vehículo idóneo para rodar con una buena compañía. Por Pedro FiguerueloHacía más de 20 años que el fabricante sueco no se introducía en el segmento de los cupés medianos. Pero la necesidad que tienen todos las marcas de estar presentes en el mayor número de segmentos posibles ha llevado a Volvo a rememorar la filosofía de su 480ES, un modelo que tuvo un importante éxito de ventas en los años 80. Su nuevo vehículo, el C30, es un cupé de cuatro plazas y dos puertas, de tracción delantera, con unas mecánicas de gasolina y diésel, y unas cajas de cambio manual y automática. Utiliza la misma plataforma que el S40 y que otros muchos modelos del grupo Ford, lo que ya anticipa un comportamiento cuanto menos noble. Su precio resulta otra de sus bazas más atractivas, pues la versión del probado, laT5, se puede conseguir desde los 32.000 euros.Sentado al volante, en seguida se perciben las bondades de los sistemas de suspensión McPherson en el eje delantero, y multibrazo en el trasero: proporcionan una dirección precisa y rápida que se mantiene en línea recta de forma óptima. Este y otros elementos configuran un automóvil con bastantes connotaciones deportivas, acentuadas por una amortiguación muy dura. Fácil de conducir a un ritmo alto, el confort se ve penalizado precisamente por esa dureza de los amortiguadores, mucho más en terrenos rugosos o en mal estado. El sistema DSTC, un control dinámico de estabilidad y tracción, viene incorporado de serie y ayuda a atenuar esta molestia."El nuevo C30 es un vehículo pensado para grupos de jóvenes solteros o parejas con un intenso estilo de vida urbano. La prioridad de estas personas es el diseño y las características de conducción", explicaba en su presentación Fredrik Arp, presidente y CEO de Volvo Cars. No es, por tanto, un coche familiar y su uso más habitual debería ser con sólo dos ocupantes.Comodidad Las dos plazas traseras son realmente cómodas y, a pesar de lo que pueda parecer observando el coche desde fuera, no se produce una sensación de claustrofobia en ellas gracias a dos cosas: por un lado, los dos asientos independientes están ligeramente centrados, lo que mejora la visibilidad hacia delante y permite incorporar unos huecos en los laterales algo mayores de lo habitual. Por otro, su cuidado diseño consigue sujetar bien el cuerpo y que no roce la cabeza con el techo. Y todo ello sin olvidar la gran luminosidad que irradia el interior del habitáculo gracias a su portón posterior acristalado.Pero, como sucede con la mayoría de este tipo de coches, entrar y salir cuando se viaja detrás no resulta fácil y eso que en el C30 los asientos delanteros se mueven eléctricamente. Por otro lado, el espacio previsto para los equipajes es correcto para un cupé. Si además tenemos en cuanta la citada utilización por parte únicamente de dos personas y la posibilidad adicional de abatir los asientos traseros, el apartado de la capacidad queda muy bien resuelto. Debido al portón de cristal, para tapar los equipajes existe una bandeja blanda de serie y otra dura como opción.Encontrar una posición cómoda al sentarse en el puesto de conducción resulta bastante fácil: el volante se puede regular tanto en altura como en profundidad y el asiento dispone de múltiples reglajes que, en el caso de la versión T5, son eléctricos. Con el vehículo ya circulando, las sensaciones resultan muy agradables y el coche se dirige de forma cómoda y sencilla.Sistemas inteligentes Para reducir el riesgo de que el conductor se distraiga por información inoportuna en situaciones críticas, el IDIS (Intelligent Driver Information System) viene de serie. Este sistema deja en un segundo plano los datos que no resultan primordiales para la conducción e incluso retrasa las llamadas telefónicas o los mensajes de texto que entran a través del teléfono del coche. Volvo ha bautizado a este dispositivo como la secretaria del automóvil. Otro de los adelanto tecnológicos que puede incorporar es el llamado BLIS (Blind Spot Information System), que ayuda al conductor a detectar otros vehículos en el ángulo muerto del lateral del automóvil. El BLIS utiliza cámaras montadas en los retrovisores laterales. Si observan algún automóvil, un intermitente se ilumina junto al retrovisor para alertar al conductor y así aumentar las posibilidades de que tome la decisión correcta.El modelo protagonista de esta prueba es el más potente de la gama. Esta equipado con un motor de gasolina de cinco cilindros en línea, con cuatro válvulas y turbo de baja presión. Unido a un cambio automático que también puede utilizarse secuencialmente, la suavidad de funcionamiento es lo que más destaca. El modo secuencial podría ser algo más rápido de respuesta para poder realizar una conducción más deportiva; sin embargo, el automático, de cinco velocidades, está muy bien reglado y permite circular deprisa sin sobresaltos, pero siempre teniendo presente que las reacciones no son las mismas que con un cambio manual.