La compañía bate previsiones y sube el beneficio un 11,7%, hasta 2.705 millonesIberdrola presentó ayer sus resultados durante 2016 y revisó sus expectativas hasta 2020. Gracias a la buena marcha del negocio ha incrementado el dividendo casi un 11 por ciento, a 0,31 euros por acción, y prevé aumentarlo hasta un 30 por ciento más al final de la década, dejándolo en una horquilla de 0,37 a 0,4 euros por título. La cotización bajó un 0,43 por ciento, la mitad que la del selectivo Ibex 35. Ignacio Sánchez Galán, presidente de la compañía, anunció a los analistas convocados en Londres que "estamos bastante contentos y satisfechos con los resultados", así como "tranquilos" con las previsiones que acababa de presentar. En el caso de los resultados, la eléctrica ha conseguido en 2016 un beneficio de 2.705 millones de euros, un 11,7 por ciento más que en 2015. El dato supera las expectativas de las casas de análisis y es 188 millones más alto que las estimaciones propias, a pesar del impacto del tipo de cambio por la depreciación de la libra esterlina y las divisas latinoamericanas. EEUU suma 770 millones Partiendo de una facturación total de 29.215,4 millones -baja un 7 por ciento-, el cambio de las monedas locales al euro le restó 195 millones al resultado bruto operativo (ebitda), situándolo en 7.807,7 millones, un 5,5 por ciento más, gracias a una reducción de los gastos operativos del 4,5 por ciento -167 millones menos- y, sobre todo, la consolidación del negocio norteamericano, que sumó 770 millones. Por países, el 39 por ciento de los ingresos llegó desde España, el 31 por ciento desde EEUU, el 24 por ciento desde Reino Unido y un 6 por ciento desde Brasil. Afianzada en negocios regulados, que representan el 77 por ciento del ebitda, Iberdrola registró un flujo de caja de 6.311 millones -un 6,8 por ciento más-, de los que destinó 4.264 a invertir, con particular fuerza en EEUU y México, tanto en redes como en renovables y generación convencional regulada o con contratos de largo plazo. La deuda, por otro lado, cerró el ejercicio en 29.414 millones, un 4,8 por ciento más, al tener que librar anticipos de 328 millones para proyectos de eólica marina, a los que se añaden 720 millones en impuestos para que España cumpla con su objetivo de déficit. A la vista de estas cifras, el Consejo de Administración propondrá a la Junta de Accionista del próximo 31 de marzo el pago de un dividendo con cargo al ejercicio de 0,31 euros por título, casi un 11 por ciento más de lo abonado en 2015. De esta cantidad, 0,135 euros se repartieron a cuenta el mes pasado y los 0,175 euros restantes se entregarían en julio, permitiendo elegir entre el cobro en efectivo o en acciones; posteriormente la firma recomprará títulos para mantenerlos en 6.240 millones y evitar la dilución. Las previsiones de crecimiento hasta 2020, y su política de destinar al dividendo entre un 65 y un 75 por ciento del beneficio, auguran que la retribución al accionista se incrementará entre un 20 y un 30 por ciento, hasta una horquilla de 0,37 a 0,4 euros por título; en ningún caso se plantea que sea inferior a los 0,31 abonados este año. Digitalización: 3.100 millones La empresa destinó una parte importante de su presentación a desgranar sus puntos fuertes de cara a la transformación energética que exige frenar el calentamiento global y que pasa por una electrificación generalizada de la economía, gracias a las nuevas tecnologías de la información. En este ámbito, hasta el año pasado ha invertido 4.900 millones en digitalización al objeto de mejorar la competitividad, fidelizar clientes, y aumentar la calidad de suministro y la eficiencia operativa. Y hasta 2020 invertirá otros 3.100 millones, ahora con mayor foco en ofrecer nuevos servicios y un mayor control al cliente gracias al Big Data. Como resultado, en 2022 el cien por cien de los contadores que gestiona -excluyendo Brasil- serán digitales y la inteligencia habrá llegado a todas las redes, tanto transporte como distribución. Esta digitalización se notará en las ganancias de eficiencia, que permitirán un ahorro de 1.300 millones hasta 2020, con un incremento del ebitda por empleado del 43 por ciento, desde los 250.000 euros de 2015 hasta los 357.000 euros.