Leticia Gasca ha llegado al éxito sacando partido al fracaso, gracias a una fabulosa idea que está dando la vuelta al mundo: las Fuckup Nights, un movimiento de ámbito global donde se cuentan proyectos no existosos a nivel empresarial y profesional. Su fundadora cuenta que lo hacen para crear un cambio cultural alrededor del fracaso y fomentar el liderazgo y la innovación. Cuénteme cómo nació el proyecto. Estábamos cinco amigos en una cantina y vimos que todos habíamos fallado en negocios y que nunca nos habíamos contado esas historias. Es muy grande el tabú que hay en relación al fracaso que ni a tus amigos se lo cuentas. De ahí surgió la idea. Para que no sea un rollo, tienes que contar tu derrota usando 10 imágenes en siete minutos, que sean solo tres o cuatro personas, y está prohibido hablar de los éxitos. Sabemos que el nombre es polémico, pero hay más cosas buenas que malas y porque finalmente generó muchísima publicidad. Además, desde el punto de vista de la mercadotecnia es muy bueno porque genera curiosidad. ¿Cómo funciona ahora? ¿Cuál es su modelo de negocio? Esta oportunidad ha sido totalmente excepcional. Buscamos aliados locales en diferentes ciudades del mundo y ellos se encargan de realizar la Fuckup night. Lo que sí les pedimos es que se organice siempre el segundo jueves de cada mes. El modelo de negocio viene de que todos estos equipos abonan una membresía de 20 dólares al mes que para ellos es simbólico y los asistentes no retribuyen. La asistencia es gratuita, pero los organizadores pagan por el derecho de utilizar la marca. ¿Qué cosas no debería hacer un joven empresario/estudiante que está montando su 'startup' para no fracasar? Tenemos también el Instituto del Fracaso en el que hacemos investigación tomando como estudios todos los casos que tenemos en Fuckup Nights. Algo interesante que hemos visto es que la mayoría de los fracasos se podría haber evitado con una mejor educación financiera; dicho esto, si no sabes de finanzas, tienes que aprender, y si de plano no te gustan o no son lo tuyo, tienes que asociarte con alguien que sí sepa. Un segundo consejo es que, como dicen en inglés, the soft skills are the new hard skills, esto sucede mucho con emprendedores de base tecnológica. Finalmente, hay que dedicar bastante tiempo a planificar. Cuando tienes elementos que hacen que todo salga bien, ¿por qué hay fracaso? A veces también se debe a factores externos. De hecho, en México, el factor número uno que mata a las empresas tecnológicas son temas de política pública, así como corrupción, o el difícil acceso a apoyos gubernamentales… Otros factores pueden ser una crisis económica o un desastre natural. A veces todo esto parece super pesimista, pero en realidad, la versión más optimista que puedo dar es que sigas intentándolo. Hay estudios de Harvard que dicen que a la tercera va la vencida, que el tercer negocio es el que tiene más probabilidades de éxito. También fue Premio Nacional de Juventud… Sí, por una empresa que fracasó. Ya no me importa decirlo, antes me daba pena, pero después de siete años… Me dieron el premio por una empresa social que apoyaba comunidades indígenas en la Selva Negra de Puebla. Básicamente eran grupos de artesanas y nosotros, a través del modelo de negocio de comercio justo, les pagábamos y lo comercializábamos. Dos años después de que naciera la empresa, mientras yo era universitaria, las finanzas de la compañía se tambalearon. La verdad es que fue nuestra novatada en el mundo de los negocios. Los costes de producción siempre fueron más altos de lo que esperábamos. Nunca lográbamos vender los productos al precio que queríamos porque no sabíamos negociar.