Se pone en marcha una recogida de firmas que respalda la labor de los ex altos cargosEl auto de la Audiencia Nacional, que ha forzado a tres altos cargos del Banco de España a dimitir tras ser citados como investigados por el caso Bankia, no sólo ha provocado una de las mayores crisis institucionales en el supervisor, sino que podría volver a enrarecer el clima dentro del organismo con el cuerpo de inspectores. Según fuentes internas, tras conocerse la decisión judicial y la salida de los altos cargos, algunos responsables de inspección se han dirigido a sus equipos para que firmen una declaración de apoyo a los dimitidos. En el documento se expresa el respeto a la labor de los ya ex altos cargos y se confía en la profesionalidad de los investigados, en línea con el comunicado de ayer de la Comisión Ejecutiva. La recogida de firmas, según aseguran dichas fuentes, ha cosechado críticas entre los inspectores, ya que se sienten presionados. Además, despierta el malestar enquistado desde hace tiempo, por la actuación en el caso Bankia y en otras entidades y que tuvo su máximo momento de tensión en febrero de 2016, cuando los inspectores pidieron la dimisión del entonces subgobernador Fernando Restoy y criticaron la actuación de Ángel Luis López Roa, hoy jubilado, y de Vicente Salas en la Comisión Ejecutiva. Los inspectores reprochaban que la Comisión aprobase un informe que cuestionaba las conclusiones de los peritos independientes, también inspectores, en la salida a bolsa de Bankia y pedían que estos responsables reflexionaran sobre si la continuidad de sus cargos era posible "sin dañar más la imagen del Banco de España, de la CNMV y del Frob". Restoy también figura como investigado por ser vicepresidente de la CNMV en el momento de la salida a bolsa. Pero recibió duras críticas de los inspectores porque el Frob, que el presidía, requirió del Banco de España, donde era subgobernador, un informe aclaratorio para presentar al juez, en cuyas conclusiones cuestionaba las tesis de los peritos. La petición de firmas no es para apoyar a Restoy, cuyo destino profesional en Basilea le libra de la dimisión, sino para Mariano Herrera, entonces coordinador de inspección, Pedro Comín, jefe de grupo de inspección cuando Bankia saltó al parqué, y Pedro González, antes responsable de supervisión de las cajas. No sólo el informe de los peritos, sino los correos de José Antonio Casaus a sus superiores, donde cuestionaba la salida a bolsa de Bankia, fueron determinantes para la Audiencia Nacional.