La Aneel acuerda relicitar las concesiones de Rondonia y Santarem después de no constatar avances en la negociaciónLa Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil acordó ayer retirar dos de las 10 concesiones de líneas eléctricas de Isolux Corsán en el país. La constructora española había solicitado al regulador brasileño más plazo para tratar de cerrar el traspaso de estos activos de Ferrovial. Sin embargo, la autoridad carioca denegó ayer ampliar la prórroga y decidió cancelar la adjudicación de estas redes, las de Rondonia y Santarem, que Isolux consiguió en agosto de 2015 y cuya construcción aún no había arrancado. La Aneel refrendó así la decisión que ya había adoptado en diciembre pasado, después de que se rompieran las negociaciones entre Isolux y el fondo de infraestructuras canadiense Brookfield para la venta de sus líneas eléctricas en Brasil. Tras ello, la constructora que preside Nemesio Fernández-Cuesta abrió una negociación para las dos concesiones referidas con Ferrovial, que busca diversificar su estrategia de crecimiento con el desarrollo de redes de transmisión. La intención de Isolux era dar entrada a Ferrovial con dos tercios de las citadas concesiones, manteniéndose en los proyectos con el tercio restante. A cambio, el grupo de la familia Del Pino debía inyectar capital. Las negociaciones no han avanzado lo suficiente en opinión de Aneel. Así, la agencia determinó ayer que la última petición de Isolux no proporciona ningún argumento nuevo para justificar la dilación de la cancelación de estos contratos. Ahora, la Aneel prevé volver a sacar a concurso estas líneas a lo largo del primer semestre del año. Isolux se adjudicó la construcción y explotación de dos lotes de líneas eléctricas con una longitud de 786 kilómetros en agosto de 2015: Santarem, en el Estado de Pará (436 kilómetros) y Rondonia (250 kilómetros). El grupo español informó entonces de que estas contrataciones generarían una aportación máxima anual a su cifra de negocio de 58 millones de dólares (54,8 millones de euros al cambio actual). Las redes de Santarem y Rondonia debían entrar en operación en 2018 y 2019, pero un año y medio después de su concesión aún no ha comenzado su construcción, en un contexto en el que Isolux ha tenido que reestructurar su deuda e implementar un severo plan de desinversiones.