La entidad cumple con antelación el compromiso adquirido en la adjudicaciónAbanca Holding Financiero, que controla el 91 por ciento de Abanca, ha completado el pago al Estado de los 1.003 millones comprometidos en la adjudicación de Novagalicia (NCG) en 2014. La compañía, propiedad del venezolano Juan Carlos Escotet, ha decidido anticipar el abono del dinero que tenía todavía pendiente, 300 millones de euros. De esta manera, ha adelantado en año y medio el calendario fijado en el contrato de la adquisición firmado con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). El grupo ha venido acelerando en los últimos ejercicios los desembolso,s tal y como había anunciado públicamente en distintas comparecencias públicas. Así, por ejemplo, en 2016 abonó al fondo de rescate público 300 millones, de los que 200 millones correspondían a pagos que debía efectuar a cierre del primer semestre de 2017. En 2015 también adelantó una parte de los primeros 403 millones que entregó. Con este desembolso el Frob ha recuperado 5.302 millones de euros inyectados en las cajas rescatadas a lo largo de la crisis, incluyendo los intereses que percibe anualmente por los bonos convertibles (CoCos) aportados a varios grupos. Esta cuantía excluye los 1.800 millones que ha ingresado BFA por Bankia en dividendos y venta de un 7,5 por ciento de la entidad ya que no han sido transferidos al Frob. Abanca Holding ha podido cumplir los compromisos por anticipado gracias, en parte, a los beneficios que ha distribuido su participada en los últimos ejercicios. A principios de este mes, Abanca anunció a principios de este mes que iba a repartir un dividendo de 315 millones de euros con cargo a las ganancias de 2016, de los cuales unos 287 millones corresponden al conglomerado propiedad de Escotet. El banco con sede en Santiago de Compostela ha diseñado una estrategia para diversificar sus negocios y conseguir una mayor rentabilidad. Además, ha potenciado los canales digitales con un plan de transformación. La entidad presentará la próxima semana las cuentas del año pasado. La firma de Escotet se adjudicó Novagalicia al poner sobre la mesa la mejor oferta en la subasta competitiva, en la que participaron otras entidades y varios fondos. Las condiciones de la puja ofrecían un esquema contra pérdidas futuras por valor de unos 800 millones para cubrir riesgos contingentes, tales como litigios por cláusulas suelo, indemnización a Aviva por la ruptura de la alianza en seguros o condenas por preferentes. Por cláusulas suelo, el Frob podría tener que asumir más de 200 millones si el Tribunal Supremo obliga a la entidad a devolver a los clientes el dinero cobrado de más antes de mayo de 2013, momento en el que retiró todos los topes.