Cada año que gana un equipo del campeonato nacional de fútbol americano que 'hunde' sus raíces en la conferencia NFC, el selectivo industrial registra alzas en el conjunto del ejercicio. Así ha ocurrido en 40 de las 50 ocasiones en las que se ha celebrado este campeonato, desde 1967Como cada año, en el primer fin de semana de febrero, la Super Bowl atraerá la atención de medio mundo. La final del campeonato de fútbol americano más importante del planeta se ha convertido por méritos propios en un referente en todos los ámbitos a los que afecta: deportivo, social, publicitario... y por supuesto al bursátil. Y es que, según gane uno u otro equipo en el último partido de la temporada aumentan las probabilidades de que el año sea alcista o no. La liga nacional de fútbol americano, al igual que muchos de los campeonatos deportivos de EEUU -baloncesto, hockey, béisbol...- está dividida en dos conferencias, la americana, o AFC, y la nacional, o NFC. La AFL -que hasta 1967 era una liga independiente que contaba con 10 equipos- se integró como una conferencia en la NFL, que reunía a 16 equipos que pasaron a formar parte de la conferencia denominada NFC. Fue en ese momento cuando la liga de EEUU quedó unificada en un solo campeonato con dos conferencias (AFC y NFC). Todo comenzó en los Ángeles un 15 de enero de 1967. Tras haber derrotado días atrás a los Dallas Cowboys en la final de su conferencia, los Green Bay Packers de Wisconsin ganaban a los Kansas City Chiefs de Misuri, en la que está considerada como la primera final de la historia de la Super Bowl. Era el inicio de una rivalidad histórica entre conferencias que finalmente se ha acabado trasladando a los mercados. Según el aforismo de la Super Bowl, cada año que gana un equipo del campeonato nacional de fútbol americano que hunde sus raíces en la conferencia NFC, el selectivo industrial registra alzas a final de ese año, mientras que cualquier victoria por parte de una franquicia de la conferencia opuesta -la AFC- se traduce en una caída de dicho selectivo en el conjunto del ejercicio. Así ha ocurrido en 40 de las 50 ocasiones en las que se ha celebrado este campeonato. Desde el año 1967, en un 80 por ciento de los casos se ha cumplido esta relación que congrega en los bares cercanos a Wall Street a alcistas y bajistas dando su apoyo a los ganadores de uno u otro lado. No se espera un año alcista Este año, las apuestas de los toros irán a favor de los Atlanta Falcons. Se trata de un equipo que nunca ha ganado la Super Bowl y que según los expertos parte con menos posibilidades de alcanzar la victoria. Así lo opinan las casas de apuestas, que ven favoritos a los New England Patriots para el partido que se celebrará en la madrugada del domingo al lunes 6 de febrero. La victoria de los New England Patriots se paga más barata de media por las principales casas de apuestas (se considera más factible que gane el partido) gracias a su amplia experiencia en las finales de la Super Bowl. En 9 de las últimas 15 ocasiones esta franquicia ha conseguido llegar a la final de la Super Bowl, y en 4 de esas ocasiones ha conseguido ganar el título. De hecho, no hace tanto tiempo que este equipo logró ganar la Super Bowl. Fue en 2015 y el Dow Jones acabó ese año registrando descensos del 2 por ciento. Fue la última vez en la que se cumplió este aforismo, ya que en el año 2016 los Broncos de Denver -de la conferencia AFC- lograron el título y el selectivo estadounidense no registró un descenso como cabía esperar atendiendo al citado aforismo, sino que se apreció más de un 13 por ciento.