La factura se incrementa en torno a un 26% en comparativa anual El precio de la electricidad cerrará este mes de enero con una subida que rondará el 26 por ciento frente al mismo periodo del año pasado. Los motivos hay que buscarlos en los elevados precios del gas natural y el carbón así como en la fuerte caída de producción de la energía eólica e hidráulica. A solo un día de cerrar el mes, el recibo de la luz de una familia con dos hijos se encarecerá en 17 euros hasta los casi 80 euros que pagará este mes frente a los 62,9 euros que tuvo que pagar en el mismo periodo del año anterior. A estos precios habría que calcularles un aumento medio añadido de la demanda del 7,8 por ciento, que es el incremento que se ha producido durante enero por la ola de frío, lo que supondría cerca de 2 euros más para una familia con dos hijos, aproximadamente, ya que también hay que incrementar los mayores impuestos. Un consumidor medio, con 3,9 KW de potencia contratada, tendrá que pagar cerca de 52 euros, frente a los 42,27 euros del mismo mes de 2016, es decir, casi 10 euros más. Para una segunda residencia, los precios también suben de forma considerable, pese a sus bajos consumos y a que el Gobierno ha congelado la parte regulada de la tarifa. Si en enero de 2016 hizo frente a un recibo de 16 euros, este año será de más de 20 euros. El precio del mercado mayorista ha registrado durante este mes una serie de máximos casi encadenados que han llevado los precios a niveles que no se veían desde 2013, cuando la tarifa regulada anterior se intervino para crear el nuevo sistema del PVPC. La media del mercado mayorista ascendía a 71,77 euros, frente a los 36,52 euros de media de enero de 2016, es decir, casi el doble. El Gobierno puso en marcha el nuevo precio para el pequeño consumidor en abril de 2014 y desde entonces prácticamente todos los meses había sido mucho más barato seguir en la tarifa regulada que contratar casi cualquier oferta del mercado libre. Este mes la situación se ha dado la vuelta y de las 121 ofertas registradas en la CNMC al menos 117 eran más económicas que el PVPC. Con el sistema anterior de la subasta Cesur, los clientes pagaban una suerte de seguro que permitía que no se sufrieran los efectos de la volatilidad del mercado, pero al mismo tiempo se generaba déficit de tarifa que engordaba posteriormente el recibo. Con el actual PVPC, las situaciones de mercado se trasladan directamente al cliente y eso permite que haya importantes bajadas en el recibo, como sucedió el año pasado, o fuertes subidas como en éste cuando hay alguna inestabilidad en el mercado eléctrico. La situación tenderá a relajarse durante los próximos días, aunque podría producirse otro fuerte incremento en los últimos días de febrero o principios de marzo cuando habitualmente se producen situaciones climatológicas más complicadas en España. Para lo que resta de invierno los mercados de futuros todavía marcan precios elevados (57,9 euros en febrero y 50,9 euros para marzo) y la situación no se normalizará previsiblemente hasta bien entrada la primavera. Lo sucedido tiene otro ganador, el Ministerio de Hacienda, cuya recaudación subirá considerablemente por el aumento del recibo. El Gobierno ingresará entre el IVA, el impuesto a la electricidad y el de generación casi 300 millones más que el año pasado. El consumidor, además, tendrá este año un incremento añadido que no se está teniendo en cuenta por las refacturaciones que se realizarán en Castilla-La Mancha, Valencia y Cataluña por tener impuestos autonómicos propios y sigue pendiente que se resuelva la refacturación por el margen de comercialización que las eléctricas mantienen recurrido en el Supremo, así como la compensación a las empresas por financiar el bono social.