El gigante alemán desplaza a Toyota del trono mundial tras cinco años seguidos de hegemonía Los fabricantes esperan la llamada de Trump para revisar sus planes de deslocalizaciónLa compañía alemana Volkswagen (VW) ha conseguido lo que parecía imposible hace un par de años: convertirse en el líder mundial en ventas de automóviles. Atrás ha dejado el escándalo del dieselgate, relacionado con la medición fraudulenta de las emisiones, sin que el asunto afectara al ánimo de los compradores. Según se desprende de los datos del propio fabricante, la entrega a los clientes en todo el mundo durante el año pasado superó los 10,3 millones de unidades, frente a los 10,17 millones de automóviles comercializados durante 2016 por Toyota, hasta ahora líder del sector tras cinco años consecutivos en lo más alto del podio. Mientras que la compañía alemana incrementó sus ventas mundiales el 3,8 por ciento, la japonesa arroja un repunte del 0,2 por ciento respecto al mismo dato del año pasado. El mercado logró perdonar el dieselgate a Volkswagen durante la segunda mitad del año pasado, meses en los que superó a la firma japonesa de forma momentánea. Esa trayectoria se consolidó durante el último trimestre, hasta alcanzar el liderazgo del sector al término del ejercicio. Especialmente notable fue el crecimiento del pasado diciembre, cuando las entregas de Volkswagen en todo el mundo crecieron el 11,8 por ciento, hasta los 933.000 automóviles. Según ha valorado Matthias Müller, consejero delegado del Grupo Volskwagen, "el año pasado fue muy exigente para nosotros. Hicimos progresos en la resolución y superación de la crisis del diésel y, al mismo tiempo, iniciamos un proceso de cambio fundamental con Together-Strategy 2025 y preparar Volkswagen para el futuro de la movilidad". Pese a lo anterior, añadió Müller, "conseguimos estabilizar el negocio operativo en condiciones difíciles. El hecho de entregar más de diez millones de vehículos a clientes el pasado año refuerza al Grupo y a sus marcas, mientras nos dirigimos hacia el futuro". La última vez que Toyota perdió el número 1 del escalafón fue en 2011, entonces por los terremotos y tsunamis que golpearon furiosamente el noreste de Japón, y que provocaron incidencias en la producción y cortes en las cadenas de suministro. La tercera plaza del podio corresponderá a General Motors, aunque la compañía estadounidense todavía no ha desvelado sus cifras de ventas. No obstante, según fuentes del mercado, en ningún caso el grupo que preside Mary T. Barra llegaría a superar a VW y Toyota. En el caso de España y según datos de la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas (Aniacam), el mayor superventas durante 2016 fue el Seat León, con 33.653 unidades, seguido del Seat Ibiza (31.936 unidades), Volkswagen Golf (28.694 unidades), Opel Corsa (26.904 unidades), Renault Mégane (26.057 unidades), Volkswagen Polo (25.424 unidades), Renault Clio (25.366 unidades), Nissan Qashqai (25.207 unidades), Dacia Sandero (25.070 unidades) y Peugeot 308 (23.508 unidades). Al margen de las variaciones en el ranking de ventas mundiales, las miradas del conjunto del sector apuntan a Estados Unidos y las intenciones del nuevo presidente, Donald Trump. Por lo pronto, GM, Ford, FCA, Toyota y Nissan ya han sido llamadas a capítulo con la amenaza de severas cargas aduaneras (del 35 por ciento) en el caso de que mantengan sus producciones en México. Pero la lista de fabricantes que producen vehículos en ese país y luego los exportan a Estados Unidos es mucho mayor: Mazda, Honda, VW y Hyundai-Kia han puesto en marcha nuevas plantas de montaje en el país. Unos y otros esperan estos días la llamada de Trump para intentar reconducir una situación que podría afectar gravemente a los planes de negocio de la industria.