Madrid es candidata a traer su broker, junto a Francia, Alemania, Italia o Países BajosCiti ha lanzado la primera piedra que amenaza con erigir un puente hacia el Continente para guiar el éxodo forzoso del Brexit. Una semana después de que su consejero delegado reconociese en Davos que España figuraba entre los destinos de referencia analizados por el gigante norteamericano, su responsable para Europa, Oriente Medio y África (Emea) confirmó ayer en Dublín que la decisión se adoptará en el primer semestre de año. El debate resulta inevitable, después de que la primera ministra británica ratificase su intención de abandonar el mercado común. Las implicaciones para el sector financiero son más que notables, por lo que el dirigente de Citigroup dio por hecho que las demás entidades de la City acometerán un proceso similar en este arranque de 2017. La desconexión de la Unión Europea obliga a trasladar ciertas actividades si no se quiere renunciar a ellas. El primer ejecutivo de Emea, James Cowles, especificó que busca ubicación, de manera específica, para su broker dado que “que perderá, presumiblemente, los derechos de pasaporte”, y cuya operativa proyecta trasladar mediante la creación de una nueva entidad dentro de la UE o sobre una entidad ya existente. Aquí la plaza de España compite con otros destinos de Europa donde ha entablado contactos para evaluar su potencial. “Hemos llegado a un acuerdo, hemos hablado con los reguladores y la gente del Gobierno en muchos países de Europa, incluyendo Irlanda, Italia, España, Francia, Alemania y Países Bajos, y estamos en el proceso de evaluación de cada uno de ellos”, aclaró al respecto. En caso español el grupo habría mantenido contactos a finales de 2016 con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en el Banco de España a fin de sopesar las opciones de Madrid para el traslado. La salida del mercado único amenaza con hacer perder a la banca el crucial pasaporte comunitario que le permite operar sin barreras con el resto del continente. Citi, que tiene casi el 60 por ciento de la plantilla europea fuera de Gran Bretaña, deberán mudar 100 puestos de trabajo en sus negocios de ventas y trading, detalló a Reuters una fuente con conocimiento del proceso. La entidad dispone, entre otros bastiones, con una relevante unidad bancaria en Dublín, ya regulada y supervisada por el Banco Central Europeo (BCE) y con 2.500 personas en plantilla. La desconexión de la Unión Europea presenta un desafío, sobre todo, para la banca estadounidense, con fuertes plataformas asentadas en la City. Para los bancos europeos con divisiones allí bastaría con replegar el negocio afectado a sus matrices u otras filiales en la UE. Morgan Stanley, que radica la mayor parte de su personal europeo en Gran Bretaña, podría tener que mover unos 1.000 puestos de trabajo en ventas y trading, gestión de riesgos, o los departamentos de cumplimento y legal. Un censo similar al que se baraja en HSBC y UBS. La prioridad de todos es preservar sus actividades, por negocio y para conservar las relaciones con los clientes. El acuerdo de la industria con autoridades es despejar la incógnita en el primer semestre. Lo que no se plantea Citi ni el resto es la salida de Reino Unido. En el mercado se da por seguro que mantendrán la operativa no afectada, con independencia de que migren equipos más o menos significativos si lo exige el regulador del país receptor para evitar la instalación de sociedades sin apenas plantilla. En todo caso, se espera que la decisión sea acompasada y apuren plazos para evitar elegir destinos donde no recalen otras entidades.